En la foto un torero muy de Madrid, Julio Aparicio, hijo.
Autor, dicen voces autorizadas de abonados viejos, de la mejor faena realizada en esta plaza durante el último cuarto de siglo, fijando la mirada al frente con desafío, mientras se le brea, cuando el peón de la izquerda se sacude las almohadillas con la montera como si fuesen moscas.
No monten ustedes otro circo, que nos vuelven a crecer los enanos, activismo taurino es tirarse a la arena venteña y salirle al encuentro a Curro Romero por territorios del tendido 10, entrada en mano y el Faraón con una espada corva en la suya, y bramarle descamisado en su jeta, enloquecido.
Todas las tardes hablamos de usted, Curro Romero, que Dios le guarde, imposible olvidar, eternamente torero en nuestra memoria, Curro, pero jamás tanto como aquella tarde de inmortal recuerdo, no frente al toro, sino ante la fiera del Hombre inesperada.
Usted armado, el otro a pelo, qué momento de escalofriante lección para todos los que fuimos testigos de su indiscutible señorío, la torería de la que estando en activo gozó usted fue suya en exclusiva, y el osado activista puesto para siempre en la historia gráfica de la Monumental con todo merecimiento.
3 comentarios:
llueve!
Chulo: sigo con avería, a paso de tortuga va este puto bicho, desesperante, hasta que tenga tiempo después de feria de reponer el sistema por completo.
Anoche estuve de fiesta con los de Orthez, oleoleyole, el Coro se hizo empresa y te recordamos constantemente.
Bs, amigo mío.
La condesa de Estraza
Amiga, decirnos argo por fa del gabachito de Béziers y del Tala.
beso.
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