lunes, 29 de septiembre de 2008
Conferencia de la CAM
Parapetado detrás de una pancarta en la que se lee "consejo dimisión ¡¡¡ya!!!", se hace el progre por un rato el aritócrata practicando uno de sus entretenimientos preferidos, mientras mira fijamente a la cámara de un alejado fotógrafo. Avisado de antemano como se aprecia por el posado, pretendiendo seguramente el señorito Pepecarlos dejar constancia para la historia venteña de que le echó dos cojones a la vida. La foto no es de ahora, la foto pertenece a la época de cuando este decadente Juanito Santa Cruz, ahora en la reserva, iba de ideólogo de vía estrecha abanderando a los primeros pancarteros desde la grada del "3".
¡Tiempos aquellos!
Así que aclarado que el valioso documento gráfico no tiene nada que ver con la borrachería de pancartas que ha surgido el otro día en el tontódromo oficial del "7", patético, a tendido vacío, todos juntitos, sin espontaneidad, cualquier tarde se encadenan, vamos a sacarle el zumo al acontecimiento que dio origen a un retrato digno de ser colgado en la galería de algún palacio, donde nunca falta espacio para más de un corazón.
Se aprueba el eslogan del estandarte, "consejo, dimisión¡¡¡ya!!!", pues si alguien le ha sacudido al inoperante Consejo Taurino de la CAM esa he sido yo, no jugeteando a la niña mala por órdenes del jefe de mi pandilla como el coleta, sino desde un medio de comunicación de pago, sí, de pago, ¿qué passsa?, ¿passsa argo?, y eso lo sabe hasta Carracuca.
Muy bien también, se aprueba, el que cualquier ciudadano reivindique lo que le salga de los pergolatos allá donde desee, aunque este ciudadano sea un corrupto (taurinamente, no sea que me vuelva a entrullar su excelencia) al que sin embargo se le ha puesto en la presidencia de la Asociación el Toro de Madrid para desgracia de la afición madrileña en su conjunto:
¡dimisión!
Se aprueba así mismo desde aquí el que hace un tiempo y en un golpe como muy de integridad divina de la muerte, la Asociación el Toro rehusara celebrar ningún tipo de actos en el Aula Cultural venteña mientras José Pedro Gómez Ballesteros fuera el barandel, cargo del que piden la dimisión en su wed, emigrando la trupe pomposamente al vecino salón de actos del centro Maestro Alonso, donde, por cierto, fue presentado el gatuperio del Manifiesto en jornada inolvidable de la que ya hablaremos.
Se aprueba también el que cualquier persona puede acudir a cualquier acto a su libre albedrío, inclusive Pepecarlos, lo que no esta tan claro es llegar a comprender cómo el presidente de la Asociación el Toro de Madrid, en calidad individual o en su condición de representante de un colectivo, acude muy dicharachero a una conferencia organizada por el mismo organismo del cual pide públicamente la cabeza de la totalidad de sus miembros,
celebrada el pasado domingo, ciclo sobre Antonio Ordóñez, en una de las aptitudes menos coherentes que en tiempos modernos haya tenido aficionado conocido alguno a la vista de todo el personal.
Máxime teniendo en cuenta quienes eran los dos conferenciantes, dos más que hermanos mayores para mí a los que les debo tanto, que se quedaron perplejos cuando detectaron desde el estrado a José Carlos Estradas entre el público.
Teniendo en cuenta que yo tendría que haber estado en primera fila y él en casita con sus chicas, el aficionado más crítico con la política taurina de su 'primica' Esperanza Aguirre, ¿qué buscaba por allí, camorra?
¿Es consciente Pepecarlos de que con su inesperada presencia pudo interrumpir algún plan para un lluvioso domingo de otoño al ser alguien avisado antes del inicio de la charla de que su chiripitiflaútica persona ocupaba un asiento?
¿Qué pretende este hombre, que le agarren por la pechera, le metan tres ñoños bien metidos directos al tabique nasal y que su cara en vez de la de a un zorro nos recuerde a la de un perro pachón?
(Foto: Asociación el Toro de Madrid)
domingo, 28 de septiembre de 2008
sábado, 27 de septiembre de 2008
Un cuento para un sábado
viernes, 26 de septiembre de 2008
De obligado seguimiento
No se trata ya, aunque lo parezca, del lamentable cochifriteo con tirada de platos a la cabeza al que nos tienen acostumbrados determinados individuos de sobra conocidos por todos
-popes de chichinabo-
sino que estamos ante una novedad informativa que va a aportar luz a los irregulares sucesos que giraron en torno a la última adjudicación de la plaza de toros Monumental de Madrid.
Extraordinariamente bien documentado su moderador, además del papelón de algunos aficionados venteños de fama en el pucherazo, el danzante José Carlos Fernández-Villaverde y de Silva-Bazán por medio, comienzan a salir nombres de peso en la industria del toro, como Pedro Balañá y Simón Casas, de momento.
Como pienso que el tema puede ir para largo y es mi deseo que ustedes lo pillen desde el principio, se recomienda a todos los lectores interesados en conocer unos acontecimientos que darán muchas claves acerca del ruinoso estado en que Las Ventas se encuentra, que no dejen de visitar el blog de nuestro amigo Kalikatres:
http://www.kalikatres-claridad-kalikatres.blogspot.com/
miércoles, 24 de septiembre de 2008
La España negra y de Solana
La síntesis de la Fiesta, no existe un solo componente de la misma que no esté presente en la narración, ni uno solo de los personajes que la componemos
-incluida la prensa que lo ha contado, señores, un respeto, y vamos a ver si ustedes van separando el trigo de la paja-
que no goce de papel protagonista en la acojonante historia.
Gracias por la información, Rober.
Me llamaron ayer para decírmelo, y me parece que se pasa de castaño oscuro. Vaya tomadura de pelo!!Copio de ABC, edición de Toledo¡Vaya espectáculo que se organizó ayer en Bargas! Más propio de un sainete de los hermanos Álvarez Quintero. El presidente de la corrida suspendió el festejo por la mañana debido a la falta de trapío del ganado, que no superó el examen veterinario; la empresa se quedó sin parné por la tarde para devolver el dinero de la entrada a los aficionados y éstos aporrearon la puerta de la plaza al darse cuenta de que en el coso un joven torero lidiaba, en «pêtit comité», la manada que no había servido. De escándalo. Y en este ambiente tan enrarecido, un guardia civil hacía las veces de portero en los accesos al redondel para evitar la injerencia de algún exaltado.El entremés arrancó a las nueve de la mañana. «Estos toros nos los han cambiado!», pensaron los aficionados nada más ver en el encierro matutino los toros que, por tradición, recorren las calles antes de ser estoqueados por la tarde.En los carteles se anunciaba que los diestros Manuel Díaz «El Cordobés», David Fandila «El Fandi» y Gabriel Picazo iban a estoquear ganado de Garcigrande. Pero al final la cosa se remendó con cuatro ejemplares de Zalduendo y dos de Domingo Hernández. No fue el único cambio. Picazo, lesionado, había sido sustituido por el mexicano Joselito Adame.Fue saltar los cornúpetas a la calle y las protestas de los aficionados empezaron a arreciar. «Los toros que han venido no son los que se habían pactado», afirmaba el alcalde de Bargas, Gustavo Figueroa, muy molesto con la actitud del empresario Benardino León -ABC no pudo hablar con él-, aunque la empresa anunciada en los carteles es Realejo Comercial 21, cuyo administrador es Eloy Lillo. El Ayuntamiento ha delegado la organización de los festejos en Bernardino León , al que el alcalde hace responsable.No se tardó mucho en descubrir el pastel, porque un grupo de aficionados, según Figueroa, había ido a la finca para ver el ganado elegido, si bien otras fuentes aseguran que nunca se lo enseñaron. El caso es que se había dado el «cambiazo» a plena luz del día. «La presencia de los toros que trajeron dejaba mucho que desear y entendíamos que estaban afeitados», explicaba el alcalde. «No podíamos permitir, por lo menos en Bargas, que hubiera un festejo de ese tipo y que se rieran de nosotros», por lo que el presidente de la corrida, el concejal Luis Gómez, suspendió la función después de que los veterinarios echaran para atrás los seis ejemplares por falta de trapío.Los maestros «se negaron»En este punto hay alguna versión que dice que el ganado no era ni más ni menos que el que ha salido otras veces a la plaza de Bargas. También aseguraban que la empresa ofreció cambiar el ganado a última hora, incluso ir a alguna finca cercana para que los diestros eligieran los cornúpetas, pero las cuadrillas de «El Cordobés» y «El Fandi» se negaron.Pero la historia no acabó. El público comenzó a arremolinarse junto a la taquilla de la plaza para que le devolvieran el dinero de la entrada. Y llegó un momento en que la guita se le acabó al taquillero, con lo que el respetable levantó la voz. Aunque las protestas más sonoras, si cabe, llegaron a media tarde, cuando los aficionados se dieron cuenta de que en la plaza Joselito Adame estaba lidiando y estoqueando, a puerta cerrada, los seis ejemplares, que, de cualquier forma, había que apuntillarlos, como manda el reglamento.Entonces un grupo de personas comenzó a aporrear la puerta y a gritar en señal de desaprobación por todo lo que había sucedido. Había agentes de la Guardia Civil, pero se llamó a refuerzos, por si la cosa se desmadraba, aunque no tuvieron que intervenir finalmente.
lunes, 22 de septiembre de 2008
Adiós, María
Nos separaban apenas siete metros, justo lo que va desde su puerta a la mía, el descansillo de la escalera era la única distancia entre nosotras. Compartimos la misma enfermedad al tiempo, yo la superé aunque con una leve recaída que vino como el tremendo coletazo final de un cachalote herido a perturbar mi verano, ella no. Hoy ha fallecido María, mi querida vecina, tras no haber logrado vencer una profunda depresión de origen sentimental, como todas las depresiones profundas. Era guapísima, culta, con una personalidad que arrebataba, una artista, trabajadora y limpia por dentro y por fuera, jamás vi una piel tan bella y tan cuidada como la suya, se ha ido una mujer de cuarenta y siete años que deja atrás a un hijo adolescente. Ha muerto María y yo me he quedado aquí, mirando por la ventana de mi cocina a la suya apagada y muda, mientras caía la noche y en el patio se hacía la oscuridad fatal. El silencio cubre los tejados húmedos de lluvia y yo tengo como la cara lavada de tanto llorar, he echado de menos el soniquete alegre de un tenedor a ritmo golpeando un plato a la hora de la cena, la radio puesta, el tendal perfumado, las buenas noches, ánimo, y hasta mañana. He bajado las persianas, ha muerto María, de pena, y me ha dejado un poco más sola de lo que estuve ayer.
sábado, 13 de septiembre de 2008
"Al que se la voy a formar gorda es a José Antonio Chopera"
(foto: http://www.las-ventas.com/)
30.9.08, 0,00 h.
Ante el vacío mamarracho que se le está haciendo inesperadamente a este torero en la red cuando era la golosina de determinados blogs, ummm, no volviéndose a hablar en ellos del viejo rocker ahora que lo tenemos anunciado en la Monumental de Madrid, ummm, lo más práctico para todos es guardar silencio sobre el particular.
Así, la entrevista que se anunció aquí queda aplazada de momento hasta que su autora decida lo contrario.
¡Suerte, púgil de la calle de Eloy Gonzalo!
miércoles, 3 de septiembre de 2008
Una anécdota para desengrasar
Me contó Pepe Boloix, de Granada, que ya retirados se encontraron Largatijo y Frascuelo en una taberna de Madrid, se metieron en conversación y Frascuelo le preguntó a Lagartijo:
- Oye, Rafaé, ¿tú crees que los toros que tú y yo hemos matado nos reconocerán y cuando ze parme nos lo tendrán en cuenta?
. Yo creo que sí, Sarvadó, y lo podríamos pagar caro.
- ¿Y ar Guerra?
. A eze no, porque a eze no le vieron.
Sondeo,
¿a qué se referiría Rafael Molina, Lagartijo, con la sutil respuesta que le dio a su compañero y rival Salvador Sánchez, Frascuelo, hablando de Rafael Guerra, Guerrita o El Guerra?