miércoles, 30 de abril de 2008
Dando el medio pecho
Extra, extra, comienza la feria
Mañana comienza el maratón torero madrileño. Un paliza considerable, cuando queramos ponerle punto final al ciclo ya estaremos metidos de patas en el verano y aterrizando en julio cuando el personal se encuentre camino de la costa de vacaciones. Será un mes y medio con exclusiva dedicación al cuerno y la plaza de Las Ventas se convertirá en el ombligo de nuestra existencia. Proliferarán las noticias, habrá inesperadas novedades, bajas, altas, actos a los que acudir por un tubo, comidas, cenas, ayuno, alguna noche en blanco, besos, ternura, qué derroche de amor, cuánta locura, habrá serios reveses y de eso me encargo yo con voluntad plena.
Suerte le dé Dios a todo el que se la merezca, exclusivamente, pues tampoco vamos a molestar a la Providencia rogando fortuna para aquellos que no tiene derecho ni al aire que respiran.
martes, 29 de abril de 2008
RIP
Descanse en paz el que fuera fundador del programa "Clarín" de RNE y decano de los periodistas taurinos españoles.
domingo, 27 de abril de 2008
Ponce, papá
Soy de esa clase de informadoras que si conozco una noticia antes que nadie y me la pisan, me pueden salir hasta granos. Una llamada recibida hace un momento me obliga a dejar un banquete y acudir al primer locutorio que tengo a mano para hacer público que en una clínica madrileña, de madrugada, ha dado a luz Paloma Cuevas a una niña.
Tanto la madre como la recién nacida se encuentran perfectamente tras un parto sin complicaciones.
viernes, 25 de abril de 2008
JT, ummm
Carta de Domingo Ortega
Alberto Balderas no fue un manta precisamente, matador de toros de alternativa y confirmación de la misma en Madrid en 1931, tiene en su nómina el haber cortado en Sevilla un rabo de novillero. Hombre bragado a lo mexicano, puritito macho, su coraje le llevo a un enfrentamiento profesional y personal, a sangre pues este no se andaba con chiquitas, con el coloso Domingo Ortega. Venía mosqueado por su nefasta relación con los empresarios del coso de la capital de su país, que no eran otros que Eduardo Margali y el señor Domingo el de Quismondo, apoderado a su vez del coloso toledano de Borox.
En diciembre de 1935, tras una actuación gris de Domingo Ortega en aquellas tierras ultramarinas, Alberto reta públicamente al español a través de diferentes medios de comunicación, declaraciones que caen como un bombazo entre los aficionados de acá y de allá. Al lance, Domingo Ortega responde con la carta que se reproduce a continuación.
"Contra mi costumbre, voy a contestar a unas declaraciones hechas por el matador de toros Alberto Balderas, en las que se me reta e injuria de una forma que no creo merecer por parte del citado diestro ni por parte de nadie.
Alberto Balderas, en estas declaraciones, me ha lanzado un reto que quiero recoger aun estimando que, en este medio, todas las circunstancias son favorables para él y desventajosas para mí. Recojo y acepto el reto de Balderas. Torearé con él una corrida mano a mano en las condiciones siguientes:
Como yo debo elegir "armas", pues soy el ofendido, en este caso el arma serán los toros. Yo deseo que toreemos juntos una corrida de La Punta o de Xajay, que según le he oído decir a los aficionados son toros para toreros valientes.
Como supongo que el valor temerario de Balderas -que desde luego reconozco- no le permitirá vestirse de torero para ir a una pantomima sino que querrá una lucha seria y recia, así como también noble y leal, elegiremos seis toros grandes, fuertes y con pitones para el encuentro.
Sin embargo, si no obstante ese valor temerario de Balderás -que ya he reconocido- la prudencia o el instinto de conservación le aconsejaran no ponerse delante de tan terribles animales, propongo lo siguiente:
Para el día 13 de enero tengo entendido que se prepara una corrida de concurso. Claro es que, habrá toros de varias castas aceptables a las condiciones artísticas de los dos; y es también seguro que los ganaderos que van a enviar a esta corrida lo mejor que tengan en sus ranchos, puesto que van a disputarse un premio de diez mil pesos. Pues bien, yo estoy dispuesto a rogar a la Empresa que, aunque ya tenga pensado el cartel, nos dé esta corrida a Balderas y a mí para el mano a mano que propongo.
Otra condición: deseo que, minutos antes de salir al redondel, seamos ambos por uno, dos y tres médicos, para que digan si nos encontramos en estado normal para salir a la plaza (*) y tomo esta precaución porque pudiera suceder que, por falta de control de los nervios excitados o por cualquier otra causa, nos echara mano un toro a cualquiera de los dos y en este lamentable caso no sería justo que el otro cargase con toda la responsabilidad.
Aún otra condición: Yo no empleo el término "incondicionalmente" que emplea Balderas en sus declaraciones. Me comprometo a rogar a la empresa que le pague los mismos honorarios que ganaba el año pasado, que según tengo entendido es lo que más ha cobrado en su vida de torero y que me alegraré mucho para que pueda seguir cobrando después del mano a mano que nos ocupa.
He aceptado ya el reto que me lanza Balderas "como torero". En cuanto al que me dirijo como hombre, debo advertirle que no he venido a México para matar toros únicamente.
Alberto Balderas tiene la palabra".
Firmado: Domingo Ortega
De esta carta se sigue hablando aun en la familia Dominguín y a nadie le cabe duda quien fue el que la urdió y, posiblemente, el que la redactó.
El asterisco (*) es mío y lo he puesto para informarles a ustedes de que lo que Domingo Ortega imponía antes de hacer el paseíllo no era otra cosa que tres médicos les hicieran a ambos un análisis para que constara en la condiciones que presuntamente Alberto Baderas podía salir al mano a mano. Pues opiniones había que consideran que Alberto sufría una profunda adicción a la cocaína.
Por otra parte, la carta la he trascrito de una fotocopia que tengo regalada por el desaparecido periodista Fernando Vinyes, que fue el que la recuperó del olvido y que publica en su magnífico libro "México, diez años llanto".
jueves, 24 de abril de 2008
Wanted
El pasado miércoles 16 de abril, a media tarde, recibí una llamada de Rafael Vegas que con un amigo de lacabañabravapuntocom del que lamento no recordar el nombre, creo que me dijo que andaba por Salamanca de guricheo. Su canutazo fue con motivo de invitarme una noche a cenar durante la presente semana sin poner ni día ni hora, pues Rafa asegura que va y viene de Madrid a Cai y de Cai a Madrid tal que los cantes de ida y vuelta.
Pues hasta la santa fecha no he recibido el segundo aviso, lo cual no mola nada pues como ustedes comprenderán toda una condesa de mi estirpe no va a estar pendiente del teléfono esperando que entre por él la voz de un lígrimo vecino de Miróbriga, que no sé lo que quedrá.
Se busca vivo o muerto a Rafael Vegas, alias Charro, así que si se lo encuentra alguno de ustedes ya le está diciendo de mi parte que en cuanto me lo eche a la cara, me va a oír.
Fernando Marcet
"Na, sudacas, en América no queda afición, indios, con esa gente no se puede contar para nada. Si aquí los aficionados estamos mal, los de allí son unos auténticos pringrados en todo lo que tenga que ver con el toreo".
Bobo, aprende, pues ahí tienes la inesperada aparición de Fernando Marcet, un aficionado peruano de altísimos vuelos, que como aquel que no quiere la cosa se ha destapado en el barullo del II Encuentro de Aficionados y se ha hecho el amo del cotarro. Como en este congreso se discutirán asuntos que nos afectan a todos, presentes y ausentes, es exigible que se estudie en profundidad la ponencia de Fernando, un magnifico y riguroso trabajo que debería convertirse en el protagonista del debate zaragozano.
Se recomienda a los lectores que pasen por esta dirección,
http://www.opinionytoros.com/, sección "División de opiniones".
El nieto del Tigre
De momento el confirmante le pegó un bote a uno de los pavos de lo que antiguamente tuvo Manolo Peñaflor, que a mí me dejó tocada. Con lo del bote me refiero al pasé cambiado por la espalda, o silvetazo, que a partir de Alejandro tanto se prodiga por los ruedos peninsulares, cuando ya los toreros académicos y plomos comenzaban a apoderse de las ferias. Tremendista lance muy chévere para iniciar una faena, que trajo a España el mítico José Ramón Tirado, el "Tiburón de Sinaloa", pero que los aficionados de mi edad solo conocíamos por fotos ya que a partir de Manolo Martínez, a la sazón "Manolo Telones", la genuina escuela mexicana de torear se españolizó de tal y definitiva manera, que se nos quedaba ya sepultado en el recuerdo el vistoso estilo de ultramar.
Pero no fue el milimétrico bote que Alejandro Silveti le pegó al toro lo que me impactó. Aquel situado en la boca de riego, este en las tablas por el "8", sincronizado el físico con los cables pelados de los nervios, quieto, sin mover el hombre un músculo, con unos conocimientos de terrenos apelotantes, aunque mi revelación my way no había llegado todavía:
joder,
este tío es una baguette,
se me cruzó un pensamiento por el estómago.
Sino que la revelación propiamente dicha se produjo cuando Alejandro se puso a torear con la muleta. Muy aseadamente, por cierto, pero, sorpresa, con exacto toque de cintura (lo que los aficionados de allá llaman acochambadito no más) que tantas imágenes trajo de repente a mi cabeza de Silverio Pérez, en acción con el toro Tanguito, y otros faraones de la época.
Por entonces yo curraba en una fenecida revista taurina que se llamaba "Tendido Alto", chef Bernardo Prado, al que le comí el tarro para que me permitiera hacerle la entrevista semanal que firmaba una con un personaje relevante del toro mano a mano.
- Pero tú crees que este Silveti tiene algo que contar, pero sí aquí no lo conoce nadie.
- Mira, Bernardo, yo le hago la entrevista y se acabó.
Concerté con el torero una cita para pocos días después en el hotel Victoria, después de comer, a la hora justa del café. Siempre que he hecho entrevistas y he hecho cientos pues se trata de mi género favorito, he procurado empaparme acerca de la procedencia de la personalidad con la que voy a conversar.
Este hombre es una mina que me ha llovido del cielo a mí, qué bicoca, iba trillando en el Metro, pues entonces andaba escribiendo algunos ensayitos sobre Silverio, que conservo inéditos por ahora. O sea, que voy camino de conocer a un nieto de don Juan Silveti, o sea que me espera el nieto del Tigre de Guanajuato, aquel coloso que a su muerte contaba en el cuerpo con una nómina aproximada de treinta cornadas gravísimas, cuatro tiros a dar, diez puñaladas y una cantidad de cates tan importantes, que no se han podido calcular. O sea, ¿que estoy citada con un torero mexicano nieto de aquel torero mexicano que inspiró el "Juan Charrasqueado"...
ahí va, qué fuerte, esto sólo me puede ocurrir a mí.
El encuentro fue cordialísimo, prolongado, pues yo había prometido a Chiqui Buades telefonearle para que cenáramos con Jorge Laverón y el rockabilly Paco Águila, y conseguí convencerle para encontrarnos a tiro de piedra, concretamente en "La Venencia", en la calle Echegaray. Alejandro Silveti es un fraile de cuando los frailes eran frailes, vegetariano absoluto, un predicador de la verdad que predica con el ejemplo, un hombre puro y cristalino, le miro y parece que estoy viendo a un santo. Un poco machista para mi gusto, pero es que creo que allá en el rancho grande en este sentido, tiran bombas.
Alejandro comenzó a aprender a andar, debido a sus constantes inmovilizaciones como consecuencia de una enfermedad osea que sufrió en la infancia, a los doce años de edad. Así que la postración le llevó a ser un niño de estudios, consiguiendo licenciarse en Arquitectura por la universidad del DF con excelentes notas, cuando aún era muy joven. Arquitecto en ejercicio, llegó a construir muchísimos proyectos, incluso uno de los espacios culturales más representativos de Morelia lleva su firma. Casado muy requeteburguesamente y con dos hijos, una tarde viendo torear a Valiente Arellano decidió dejarlo todo y probar fortuna frente al toro.
Ay, Valente Arellano, nuestro James Dean, no dejen de pasar la oportunidad para dedicarle unos minutos a su biografía acudiendo a cualquier fuente.
Total, que nos despedimos, salí del Victoria y crucé la plaza de Santa Ana con un solo trole-trole zumbándome como un moscón: ¡bua!, a este galgo en cuanto salga del hotel y pise la acera, le randan los lobos taurinos de los alrededores los pocos pesos, o muchos, que pueda traer. Seguro que el galgo tiene que volver al andamio, pelado, como dios pintó a Perico.
Buena chica que soy, cuando llegué a "La Venencia" para reunirme con mis amigos se me ocurrió proponerles que le ayudáramos, y cuando Alejandro se fue de aquí era un miembro más de nuestro grupo de fijos, sin haberse interrumpido jamás las relaciones desde entonces.
Alejandro ha estado en España durante la feria de Sevilla y ha pasado por Madrid a su regreso. Tras verse obligado a intentar olvidar el doloroso trance de la muerte de un hijo veinteañero en accidente de tráfico, más el suicidio de su querido hermano David al no poder superar el rey una depresión muy dolorosa para toda su gente, que le acechó.
Pero la vida sigue y con Alejandro, que ha venido acompañado por su esposa y por su papá, ha viajado una buena noticia. Diego Silveti, hijo de David Silveti, nieto de Juanito Silveti y bisnieto de Juan Silveti, vendrá a formarse en España como torero porque quiere llegar a ser una figura grande. Por lo cual, estaríamos ante la más antigua dinastía conocida, junto con la de los Litri, pues serían cuatro generaciones seguidas, sin interrupción, las que los Silveti han tenido colocado su nombre en las fachadas de las plazas de medio mundo.
Es decir, esta familia tiene presencia activa en el toreo desde principios del siglo XX hasta nuestros días, luego la Historia, impepinablemente, pasa por ellos. Es debido a esta valiosa circunstancia por lo que he escogido a mi cuate para que sea el personaje recurrente a la hora de compartir con ustedes mi macarrónicos conocimientos sobre la escuela más romántica de torear que conocieron los tiempos.
Vamos a ver como se me da la cosa.
lunes, 21 de abril de 2008
Sólo para aprendices
domingo, 20 de abril de 2008
Atención, atención
esta tarde se ha matado un toro en la plaza de Madrid desde el caballo, como lo oyen, simplemente, y hagan algo ahora que se van a reunir ustedes, en cuyas manos encomendamos nuestros espíritus impuros y en ellas confiamos.
Me refiero concretamente al asesinato perpetrado contra el tercero de la corrida de este domingo de abril, de la ganadería de Julio de la Puerta, dio 517 kilos, negro, de nombre Cortijero.
Que no se ha debido el crimen a otra cosa que a las evidentes deficiencias de un picador a la hora de saber montar, nulas, un saco de patatas encima del penco el hombre, el numerito corriente, la desesperación, la acorazada de picar vidaliana campando a sus anchas.
Aclaración: Soy de esos aficionados madrileños que no se fían nada, en absoluto, de los datos que ofrece el programa de mano. Por tanto, lo consulto poco, así que copio en esta ocasión textual sin responsabilizárme de la información. El matarife con castoreño y chaleco de oro al que me refiero no es otro que el picador de turno José Chacón.
sábado, 19 de abril de 2008
Adiós
Popularísimo aficionado venteño que ejerció labores informativas en el diario ABC, la agencia EFE y el semanario Aplausos entre otros medios escritos, Luis García, del barrio de Pardiñas, había nacido en Madrid el 5 de mayo de 1940. Ingeniero técnico de profesión, intentó ser torero en su juventud llegando a debutar con caballos en la arrabalera plaza de Carabanchel, anunciándose en el cartel como Luisito Barrios.
Mi pésame con un abrazo para su familia, especialmente para sus dos hijos, y un recuerdo para aquel compañero con el que codo con codo pasé tantas ferias de septiembre en La Gaceta de Salamanca, que se nos ha ido.
jueves, 17 de abril de 2008
Taurinos, taurinillos y taurineadores
O sea que mientras en un país tanto toreros, ganaderos y empresarios cuidan al máximo todo lo que tenga que ver con las corridas de toros, esos mismos toreros, ganaderos y empresarios campan a sus anchas por la península pulverizando un mercado que en breve será ruinoso. La explicación a fenómeno tan llamativo creo yo que reside en la postura de la afición francesa comparada con la española. Mientras allí lo prioritario es la defensa a ultranza de todo lo relacionado con el toreo en su conjunto, exigiendo integridad hecho el público una piña, aquí la afición se dedica a propagar rencillas entre unos y otros con el consiguiente regocijo para todos aquellos tunantes que viven a costa de sacarles el dinero, dándoles a cambio un espectáculo basura.
Desde que estoy en la red mi decepción en este sentido es total, entré a participar en este medio aportando desinteresadamente mi granito de arena para ayudar a la depuración de lo que ha sido el motivo de mi vida, y, tras tres meses con el blog abierto, aquella esperanza inicial creyendo que ustedes serían los salvadores de una situación que considero terminal, se ha convertido en un pesimismo que no soy capaz de quitármelo de encima.
Sí, ya sabemos que la culpa es de los taurinos, taurinillos y taurineadores españoles, ya digo, los mismos que organizan las ferias de Francia, pero ahí se atasca toda postura reivindicativa acusándose unos aficionados a otros de verdaderas herejías, tirándose a matar, sembrando el odio entre ellos, que a mí en mucho casos me ruborizan hasta el punto de que empiezo a renegar de algunos nombres.
Vamos a ver si nos aclaramos, ¿quienes son los taurinos? ¿Los taurinos somos todos los profesionales que con mejor o peor fortuna formamos parte del staff? ¿Todos? Es decir, que tan taurino es Pedrito Balañá, que abomina y cuando te lo encuentras sólo te habla de libros y de ópera, como el oscuro Teodorito Matilla. Tan taurino es Frascuelo (un besazo desde "depezón", Frascu) como Javier Conde, el ganadero Fernando Zalduendo es tan taurino como el recién desaparecido Toño Peláez Lamamié de Clairac, tan taurino es Javier Villán como el inefable Carlos Ruiz de Villasuso.
Por favor, que ya somos mayorcitos, no hagan ustedes el ridículo de esta manera. ¿O será que los taurinos son los profesionales del toro que se relacionan con los demás, no conmigo, y no son taurinos aquellos que se relacionan con nosotros? Porque no entiendo yo qué diferencia inmoral puede existir, a no ser la envidia, en que uno se tome un par de tragos con José Tomás o a que se vaya de comilona a Trujillo con mi querido amigo Adolfo Martín.
No se líen, entre los profesionales del toro también existen las personas honestas, las menos, pero haberlas haylas. Estas personas, se trate de matadores de toros, ganaderos o periodistas -en el empresariado se da menos- somos aquellas a las que los corrompidos del poder nos tienen relegadas y, con mucho mas mérito y talento en la mayoría de los casos, nos tenemos que conformar con las migajas que genera una industria del ocio que en otras manos sería próspera para cualquiera y que bajo el control de cuatro mafiosos comienza a tambalearse.
Conozco y me trato con matadores de toros que sufren o han sufrido veto, hable, señor Paco Esplá, ganaderos que no venden un pitón y se tienen que comer las camadas con patatas, periodistas jóvenes con mandíbula para pegarle un bocao a esto y, sin embargo, ahí los tenemos buscándose la vida en otros menesteres porque de aquí se les echó, sí, por parte de algún rimbombante aficionado también, en cuanto asomaron la gaita y comenzaron a coger nombre.
Pues bien, esta gente de la que hablo, entre los cuales obviamente me encuentro, repito, tanto matadores como ganaderos como periodistas, en cuanto la afición se propusiera y lograra un alzamiento, estarían completamente de parte de ella. Seguramente achantados al principio, pues en las interioridades de la Fiesta los rebeldes estamos señalados y cualquier desacato se paga caro, pero a medida que fuera cuajando una revolución en toda regla estoy segura de que públicamente apoyarían cualquier motín.
Lógicamente, pues son ellos los principales afectados, las verdaderas víctimas. Es en estos profesionales en los que se ceba tan injusto y tremendo desequilibrio, ellos son los más interesados en relegar a una serie de personajes a favor de que los mandos los tomen otros, que vinieran a resolver situaciones laborales que todos padecen con aguerrido silencio.
Así que ya saben, los taurinos, taurinillos y taurinadores, son los mismos aquí que en Francia, la que no es la misma es la catadura de los aficionados. Esto y un ruego, cuando se hable de taurinos vamos a ver si somos capaces de matizar el término en beneficio de todos. Gracias.
martes, 15 de abril de 2008
Recomendación
visiten el blog de José María Martínez, creo que es un aficionado sevillano, que está enlazado desde este.
Se ruega la lectura del post "Las corridas de toros. Necesidad de una defensa activa" y una reacción conjunta al respecto. Cualquier cosa menos quedarnos con los brazos cruzados ante la grave situación en que se encuentra la Fiesta, que se acaba, ahora sí, y eso no lo debemos permitir ya que ha sido el sentimiento más arraigado en la vida de muchos de nosotros, desde que nacimos.
domingo, 13 de abril de 2008
La pincelada currita (preguntas)
¿Es la Fiesta un bien común? Si.
¿Estamos obligados a proteger los bienes comunes poniendo todos los medios a nuestro alcance para su conservación? Sí.
Teniendo en cuenta que la Fiesta es un tesoro cultural de un valor incalculable para la humanidad entera, ¿aquellos que la están pulverizando incurrirían en delito si se les denunciara en un Juzgado como autores de un atentado al Patrimonio Nacional?
Porque usted o yo cogemos una porra y le pegamos un palo a un retablo de la catedral de Salamanca, saltan astillas, y nos cae un marrón que bien podría ser causa de talego. ¿Es acaso menos tesoro la Fiesta que La Piedad de Miguel Ángel? Pues a un venao le cayó la del pulpo por martillear el mármol y partirle la nariz a la figura femenina de tan universal grupo escultórico.
Pues eso, que en cuanto un aficionado denuncie en comisaría un delito semejante como el que una serie de desalmados está cometiendo en nuestra jeta, lo mismo comenzaban a aclararse las cosas.
Eso, o quemar las plazas.
sábado, 12 de abril de 2008
La pincelada currita (Gadgets de secano)
Qué vergüenza, el toreo se acaba, ahora sí, la afición más piante está podrida, como los toros de Juan Pedro, y pierde todo poder moral para exigirle a nadie una conducta sin mácula. Me figuro cómo se estarán tronchando los taurinos entre ellos, locos por lanzar a la cara de estos impresentables sus garbanceros chanchullos, como si se tratara de una pegajosa tarta de natanueces.
Para empezar, una aclaración confidencial. Soy un ser que desconoce el territorio de la doble moral. No por virtud, sino porque no me divierte hacer las cosas a escondidas, a mí me gusta provocar, a la fiera del Poder sobre todo. Tanto, que de nacer varón pueden estar seguros que una hubiera intentado ser torero. La provocación absoluta, je, toro, el gran desafío que al hombre le ha otorgado la naturaleza.
Quiero que se sepa que sí, que efectivamente mi nombre está siendo sacado a relucir con muy mal estilo en algunas dehesas del campo bravo por parte de gente que no me conoce de nada, vamos, que no me ha visto jamás y con la cual no he cruzado hasta el momento una sola palabra. No me lo invento, tengo dos llamadas de dos profesionales que así me lo hacen saber y que si me dieran permiso, los editaría aquí. Advierto que cuando digo profesionales, deben considerar que yo cuando hablo así de tapadito me puedo estar refiriendo desde al titular de la ganadería al más desconocido de los pigorros. A uno de estos dos caballeros, que me manda el recado a través de terceros, no he tenido el gusto de saludar nunca, por lo que la amabilidad que ha tenido este señor conmigo al prevenirme tiene doble mérito, y mi agradecimiento será eterno.
Lo irritante es lo de mi otro informador, na, que llegan los catetos y se ponen a sacudir delante de alguien, presente, sin tener en cuenta que la familia de ese "alguien" y la de servidora tienen una buenísima relación desde hace ya tres generaciones. No me da ningún tipo de detalles mi querido amigo que es un tipo reservado, sólo me orienta, y, como le conozco desde que éramos niños, me dispongo a imaginar la escena. Cuco el tío, listo como el hambre, acelerando las ignorantes lenguas que no podían calibrar los tarados cerebros propietarios de esas lenguas -¡quién lo diría!- que estaban atentando contra mi persona como aquel que dice en mi propia casa.
Vaticinio: me apuesto el cuello que de aquí al otoño que viene a determinados ejemplares se les va a negar la entrada en alguna finca. Tanto de Salamanca (mi zona) como de Extremadura (mi zona también) así como en la dehesa de Andalucía, que conozco menos. Que es lo que tenía que hacer la totalidad de los criadores y aprovecho para decirlo, convirtiendo los volquetes en chatarra, y mandando a tomar vientos a tanto pesao. ¿Cúando se ha visto esos turísticos safaris por entre los toros? Por Dios, pero si el toro no debe conocer hasta su salto a la arena otros elementos que no sean los de su propio hábitat...
¿Pero cómo habrá tanto panolis? ¿Qué se cree esta gente que la gente de campo nos hemos caído de un guindo? Secretos ganaderos que atraviesan lindes, mensajeros estúpidos que portan información exclusiva de un encinar a otro, tontos útiles, hombritos que son despreciados en su propia jeta con cruel descaro, alcahuetes, escleróticos que se pasean entre las camadas como por el zoo y cualquier día vamos a tener un disgusto.
Para finalizar, me dirijo a un Anónimo que dice ser lector fijo de este blog para agradecerle una carta en la que me aconseja que esté tranquila en estos momentos. Pero, querido amigo sin nombre, aquí no nos interesa a nadie que determinado ciudadano esté entrampado, ni que otro sea un putero, ni el que el de más allá tenga una situación familiar inestable, ni mucho menos nos interesan los vicios ajenos porque aquí se entiende que ya somos mayorcitos y nadie está libre de pecado.
Amén.
viernes, 11 de abril de 2008
La pincelada currita (un borrón)
Lo mío es peor, no crean, yo tengo un rebote tan monumental que estoy a punto de reventar y no sé si llegaré a San Isidro en condiciones óptimas de salud como para tragarme un serial de la intensidad de la feria de Madrid. Miren, es que me nombran en estos momentos a Juan Pedro y me pongo como una moto, fuera de mí, a punto de que me dé un yuyu, así que la gente que me rodea ha decidido que todo lo que tenga que ver con asuntos del cuerno sea quitado de mi vista en prevención, y me llevan al teatro por las noches para que me entretenga, y no me dejan pensar, no sea que una cometa un desatino de proporciones desconocidas de una puta vez. Eso sí, esta mañana limpiando el polvo eres de la librería de mi estudio he encontrado una nota en la que pone a mano: "recuerda que un día me dijiste que en Jerez sólo se puede ser toro, caballo o Domecq".
De lo que pasó ayer en la plaza de Sevilla, de la puñalada trapera que se le asestó a la Fiesta con las cámaras de televisión por testigo, no puedo decir ni media palabra. Y no hablo porque no entiendo nada de lo que ocurrió, se me escapan datos, hay algo que no pillo. Sé que existe algo oculto a lo que no llego, y, como no creo a nadie, todos los que formaron parte de ese show son para mí los culpables de lo ocurrido. Toreros sin mando, para haber cogido esta mañana los toreros, todos, un micrófono y haber puesto España boca abajo... toreros de hoy: sois más flojos que el tabaco de Holanda, que dicen en Cai.
¿Se contó con el ganadero? ¿cual fue la postura real del empresario? ¿que sucedió en los despachos policiales en los diez minutos durante los que el festejo estuvo aplazado? ¿Traicionaron al presidente? Porque lo que no me creo yo es que todo un señor representante de la ley como debe ser don Antonio Pulido, un ciudadano obligado a mantener el orden, forme el gazpacho que formó en poco rato. Jugándose su prestigio, saliendo del Palco a escobazos, lo más seguro que recluido hoy sin atreverse a poner un pie en una calle de Sevilla, avergonzado, todo esto porque los metereólogos le informaron que venía una nube con descarga.
No es que aplazara, suspendiera, lloviera, hiciera sol, viento, estuviera el piso como una pista o no, el nudo de la trama reside en saber el por qué un hombre, sabiendo las consecuencias que acarrearía su decisión, no respetó la media hora de tregua y resolvió el asunto incumpliendo el pacto y tirando por tierra la palabra dada. ¿Qué pasó para que esto ocurriera?
Luz y taquígrafos, señores taurinos, queremos saber, hablen y no se hagan los suecos como de costumbre, que la Fiesta no es de ustedes, que la Fiesta le pertenece a un pueblo que la supo conservar y mantener y que dio muchas vidas a cambio por conseguirlo.
Y luego el público, esa entidad amorfa a la que le vienen sacando la cartera por sistema cuatro tunantes, y es que ni pía. Nada, que te randan el dinero que da gusto, guardas silencio, oú, y te vuelves tan contento para casa comentando con la percotis lo guapa que estaba esa tarde la plasa con la luz entre dos aguas, que es que no se pué aguntá, txikiyo.
jueves, 10 de abril de 2008
Una anécdota
"Con las mujeres tampoco El Guerra debió ser un semental llevadero. Se cuenta que una condesa se encaprichó del recio maestro un verano de furor -todo un clásico, como se sabe, el que las aristócratas se sientan especialmente atraídas por los coletas de fama- pero no encontraba la buena señora la forma de llevárselo al huerto. Así que la dama, lista y con poderío, convocó unas tertulias entre amigos al atardecer, tras la siesta, en el fresquito patio andaluz de su palacete e invitó a ellas a los más granado de la sociedad cordobesa.
Cuca, además, la condesa se rodeó de una corte de fieles en el papel de cómplices para conquistar el corazón del torero, asegurándole la corte y dando su palabra de honor, cobistas, de que contara con la presencia de El Guerra, que se lo traerían en bandeja, que eso estaba hecho, que El Guerra caería rendido rápido a sus nobles pies. Sí, sí, todo lo compiches que se quiera, pero allí se presentaba todas las tardes Rafael haciendo sonar los doblones de oro que le cruzaban el pecho de su chaleco y, pasao de lances galantes, se sentaba en una butaca del corro siempre enfrente de la anfitriona, encendía su cigarro puro y no decía ni mu se hablara de lo que se hablara.
La frustración de aquella impaciente mujer, loca por rematar la faena, iba en aumento, y El Guerra sin dar señales óptimas de que el revolcón pudiera producirse. Callado, siempre callado, mirando en silencio el habano que le humeaba entre los dedos, sin inmutarse, se mostraba como ausente mientras el cálido verano avanzaba sin remedio. ¿Solución? La más simple de todas las barajadas: dejar a los dos solos como a dos toros de muerte, y que se buscaran la vida. Así que los aduladores de la condesa decidieron tenderle una trampa a Guerrita para que cayera en brazos de la señora de una vez.
Dicho y hecho. Una de aquellas tardes con todo bajo control y la velada en marcha, uno de los presentes salió por una puerta, tras excusarse, porque tenía que hacer un recado urgente y se acaba de acordar. Otro, por otra, pues coincidía a esa misma hora una cita concertada de antemano con una amigo en la estación de tren, y alguna comadre contribuyó haciéndose la mareada y tomar las de Villadiego a todo meter.
Solos los dos cara a cara, la condesa le preguntó al torero:
- ¿Usted no dice nada, Rafael?
- Zi, eznúate".
"Lupe, el Sino de Manolete", Espasa 2007, autora Carmen Esteban.
miércoles, 9 de abril de 2008
Dedicado a José Tomás
"Entre dimes y diretes,
canales plus, mentideros
y reventas,
isidros y Manoletes
vuelve el rey de los toreros
a Las Ventas.
Capaz de adornar el reto
con la cátedra apretándose
los machos,
perdiéndoles el respeto
a los bueyes de Guisando
en los despachos.
Atornillado en la arena
del alma sus zapatillas
con albero,
jugándose la safena
lo que pide es calderilla
no dinero.
Como disparan con bala
contra el cetro conseguido
en buena lid,
Galapagar se acicala
al run run de los tendidos
de Madrid.
Desde el siete a los claveles
del Palace a la buhardilla
de San Blas,
la tarde huele a caireles
y a seda de taleguilla,
de Tomás".
Nuevas chuflillas a Tomás (Joaquín Sabina)
martes, 8 de abril de 2008
La pincelada currita (de cal para el ganadero)
Hogar, dulce hogar, y aquí ando trabajando sin que deje de acudirme una cuestión a la cabeza, que traslado a ustedes. Lo suyo sería conocer cuánto ha cobrado Juan Pedro Domecq por un lote de tres corridas a lidiar en la Real Maestranza. Los ganaderos, que alguno pasa por aquí, saben perfectamente de lo que hablo. Lanzo una pregunta al aire como la que lanza una flecha envenenada, ¿cuánto le ha liquidado Eduardo Canorea a Juan Pedro Domeq por dieciocho toros enfermizos?
lunes, 7 de abril de 2008
La pincelada currita (a la afición)
"Eso es más bien marca Triana", replicó mi invitado, un santón que pasa las tardes televisivas en casa, mucho más sabio el viejo aficionado que una, de aquí a Lima.
Pero teníamos razón los dos, lo discutimos y a esa conclusión llegamos sin discrepancias. Morante de la Puebla me recordó en mucho pasajes de su actuación ayer en La Maestraza al chamán gitano que fue su apoderado, en muchos, sin reparar una con la cosa de la inmediatez mental, en que Rafaé es el cabo suelto más puro del genuino belmontismo. Lógicamente, pues, cuando al anciano Pasmo le acudían los fantasmas a su cabeza y le daba por acariciar el revolver que siempre llevaba en el bolsillo, antes del tiro de gracia, solía llamar a Rafael de Paula para verlos torear: Belmonte-Paula-Morante, que incluso rima, quinquillero-gitano-payo, ahí está resumida toda la escuela fragüera de torear.
Lo que pasa es que a la paella de arena sevillana saltaron esta tarde seis novillos, afeitados, sin cara ni culo, sin cuajo, seis becerros inofensivos de Parladé que convirtieron el festejo en un fiasco. La suversión consumada en nuestra jeta, seis tontos ejemplares, mansos, descastados, impresentables para una plaza de primera, seis monas, mientras en la novillada de El Serrano de hace unos días a un debutante, José Luis Rodríguez, se le obligó a pechar con un novillo que era el padre de la corrida de Juan Pedrito que comentamos.
Pero que nadie olvide que hoy se habla de Morante en todos los círculos, de su toreo primoroso, de su pureza, de su ortodoxia al tirarse a matar apuntando siempre arriba en tiempos de asesinos bajonazos, sin aliviarse en ninguna ocasión buscando los blandos. Que tampoco se olvide nadie que la afición presente, no la televisiva, vibró con el de La Puebla del Río durante muchos pasajes de su primera actuación en Sevilla, salían los olés de los tendidos, roncos, y no creo yo con autoridad suficiente a esos aficionados instalados en barrera de salón, entre los cuales me encuentro, para descalificar a uno de los públicos más exquisitos de la geografía del toro.
Aquí está el meollo, pues el espectáculo que vimos fue aprobado por la afición y contra esto no cabe pelea ninguna. Sí cabe, ponernos a pensar en la Fiesta que queremos: o lo visto ayer, o lo visto el día de Victorino Martín con un Pepín Liria arrebatador. ¿O podrían convivir ambas fórmulas sin molestarse una a otra, sino potenciándose? ¿Quien tiene aquí la razón? Los aficionados que exigimos un toro íntegro para empezar a hablar -chico o grande el toro, pero moviéndose- o los aficionados que entienden que torear es una representación escénica arriesgada, muy arriesgada, la más arriesgada de todas las danzas, en la que los cánones no son otros que los del ballet clásico y, siendo cumplidos por la creación estética del torero, todo lo demás es secundario.
Es la afición la que tiene la palabra, pero la afición o la tenemos enganchada al ¡Hola! y se cerebra cantidad el que Adriana Carolina Herrera esté embarazada de su tercer Litri, o bien anda desperdiciando pólvora en acribillarse entre ella sin norte. ¡Qué vergüenza!, amigos, pues el único objetivo de determinados aficionados que van de íntegros no es otro que crear discordia para salvaguardar su desmesurado protagonismo, dividir para seguir en el machito, con lo cual no les queda otro remedio que verse ahorcados por su propia soga. Por rencillas idiotas procuran ocultar los nombres de determinados articulista libres de toda sospecha, que nos estamos asomando para su sorpresa al minado campo de los blogosfera, combativos, dispuestos a desenmascarar a tanto buitre, sea de oro, de plata, de bronce o de latón.
Personalizo, aunque me daría igual si el ninguneo se cebara con otra persona y sin entrar en la cuestión de lleno y de momento, voy y denuncio irregularidades. Miren, servidora está anunciada para una conferencia que versará sobre Manolete, genio y figura, habiendo sido contratada por la Diputación de Zaragoza para ese ciclo que ya está adelantado en la web, lugar Palacio de Sástago de la capital maña, y que la entidad de Aragón le dedicará al Monstruo de Córdoba durante los meses de abril y mayo.
Ja, ja y ja... por una fiesta íntegra, ¿pueden los corruptos ser los abanderados de la anticorrupción?