Uno de los rasgo de su personalidad a tener en cuenta, y sigo hablando de Manolete, ahora en abierto, reside en una entrevista que publicó Dígame en 1941 -Lupe y él se conocen en el otoño del 43, ambos con 25 años- en la que el torero se define como marido en un futuro incierto y se declara "un hombre DOMINANTE", nada de extrañar, no podía ser de otra manera, tal como fue su toreo.
Lupe Sino estuvo perdidamente enamora de él, y él de ella, y durante la larga relación marital que mantuvieron, Lupe supo siempre quién era el coloso que tenía al lado.
Mejor que nadie, vamos, ni que Lupe fuera tonta.
Foto, coloreada, hecha en Lisboa, camino de México, otoño de 1946.
Observé hace ya tiempo, mirando el saco de fotos que tengo de los dos, que siempre es Lupe la que le mira, la que le besa, sin afectación, muy espontanea, permaneciendo él como feliz receptor sin descomponer jamás la figura. También, como su toreo.