Carta a David Mora

 Querido David Mora: Se acabaron las bromas y los canchondeitos varios.

Ha sido usted el elegido para venir inesperadamente a recordarnos a 20 de mayo que aquí se muere, cuando la afición, más quemada que la pipaunindio, nos estábamos medio tomando tan a la ligera la feria a chufla, despiadados.

Y debe entender nuestro estado de desesperación como aficionados, torero, algo muy sencillo en cuanto se pusiera usted en nuestro caso, nada difícil tampoco de conseguir en su lugar pues son los matadores de toros los más perjudicados aunque parezca lo contrario -las víctimas primeras y principales- del zafarrancho en que tenemos convertido el sacrosanto arte de torear. Entre todos hecho un solar lo tenemos y no se salva nadie, desde el hombre valiente de oro que pisa la boca de riego, hasta el que se sienta bajo el tejado al abrigo de las tejas, todos y cada uno somos responsables, salvo usted, David Mora, hoy por hoy, y que Dios, que es el único ente que está esta mañana por encima de usted, le bendiga.

Tantos sus partidarios como los que hemos sido muy críticos con sus maneras ante el toro, le deseamos una pronta y llevadera recuperación, sintiéndose orgulloso y pleno de felicidad por habernos traído a la reseca memoria el principio de esta heroica actividad de ustedes, la muerte a la vista, la muerte abajo de unos de los nuestros, ante nuestros ojos.

Le debemos y por cientos de años que viviéramos no se lo podríamos pagar, la imagen bienvenida para el nuevo orden que urge aplicar a esta profesión suya y tan dolorosa sin embargo para usted como individuo, de contemplarle cuando le recogieron roto frente a la puerta de los toriles camino de no sabíamos dónde, tras ese absurdo envite de arrodillarse en la puerta de chiqueros que no conduce a nada, la arena sellada con el charco de su sangre

Ahora a recuperarte, y aquí me permito el tuteo, tómate el tiempo que necesites y no precipites reaparición ninguna, amasa lo sucedido, a comerse el  tarro se ha dicho hasta la extenuación si fuera preciso así te lo sintieras hecho agua, sin temores, asimila y sal cuando tengas que salir, como un tigre, renovado, fuera adocenamientos, David, que la medalla que te puso el destino ayer tarde te adorna y te adornará eternamente y te eleva a años siderales por encima de todos los demás hombres. 

Nosotros te estaremos esperando.  

Aviso a las 14.52h del presente día. Pregunto: ¿está siendo 

visitado este blog masivamente, se podría pensar que por gente del 

twitter, en busca de información sobre determinado personaje al que servidora le 

plantó cara en su día con dos pelés?

De lo contrario, no me lo explico