Como aficionada de Madrid, y abonada, pertenezco al grupo de los que no nos importa nada que la plaza sea utilizada para otras funciones de otros géneros del showbiz, acordes con el edificio, entre otras cosas porque la que firma ha visto espectáculos de variedades mil, tan relacionadas con las noches de verano, que quedan en la memoria seguramente, y por añadidura, tras haber sido vividas en semejante marco.
¿Le vino mal a la plaza que The Beatles tocaran allí? ¿Qué daño produjeron? ¿Perjudicaron en algo las miles de fotos de las portadas de los grandes medios con la Monumental como telón de fondo?
Julia Rivera, plasa mía, se ha marcado un reportaje magnífico en los limitados espacios del tuiter sobre el penoso estado en que se encuentra la plaza, en lo aparente, pues no da la impresión de que esté dañada en la estructura, colección gráfica que pone los pelos de punta ya que no muestra otra cosa -y para empezar- que el alarmante abandono desidioso en el que los políticos de la CAM tienen sumida a la joya arquitectónica madrileña que me das dinero les da más dinero a ganar.
Un escándalo, y todas las tribunas calladas, dilapidar el patrimonio en nuestra jeta se llama esto, dejarlo hundirse ante nuestros ojos, seas taurino, o no lo seas, que además, y me pongo en lo peor, como ocurriera el mínimo accidente a cualquier espectador por tal motivo, ya sí que nos íbamos de la escena madrileña para los restos cantando el gorigori todos a una.
Conclusión personal: debemos exigir la inmediata restauración de la plaza hasta que la dejen como una patena, sin tocarle un pelo ni alterar lo más mínimo su esencia y sin interrumpir ni un segundo su temporada de toros, golfos, y luego abrirla a otros mundos con la vigilancia debida.
1 comentario:
Solo les interesa la pasta, como buenos golfos.Por eso no invierten un duro.
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