La gran Rosetta Tharpe, se rompió el molde, no hay dos ejemplares iguales por mucho que se busque.
Peste de palmeros grises que dan palmas sin saber, lo más mínimo, y lo único que consiguen es molestar a los músicos cuando más inspirados están.
De principio a fin, faena ni a más ni a menos, redonda, a los interesados en un
fenómeno:
lo ven mejor aquí.
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