La antena

Atención, aficionados, alarmo: 

los taurinos, que no son otros que los profesionales del toro, están intentando introducir un nuevo agente ¡decisivo! a formar parte como protagonista importante del espectáculo.

Se trata de un agente atmosférico, luego de inutil combate a no ser que nos pongamos a cubrir plazas como la intocable joya arquitectónica de Valencia, sin ir más lejos, y ese agente es el viento.

El aire, para nosotros, taurinos y aficionados y gente de campo, parece que pasa a ser desde hace unos días un factor determinante en el devenir y posterior resultado de la corrida. Yo, venteña y ventera de las ventoleras, soy Géminis, jamás había oído hablar tanto de aire como lo hago en este principio de la temporada 2015, en lo que atufa a ser una delirante consigna de las alturas.

Y eso que una ha visto a un tal José Tomás, recientemente que en tiempos pasado vi a otros varios, jugarse la vida en la Monumental con un garlopo del tío Picardías en los mimísimos medios mientras soplaba un tornado, ante veinticinco mil personas, y nadie pió de tal manera.

Y se supone que historiador@s vendrán que cuenten, y demuestren, que el que paró el viento toreando en Madrid aquella tarde fue expulsado del toreo, extirpado, para que no soñara siquiera en coger el mando, solo o en compañía de otros, ay, puestos de acuerdo desde años atrás los grandes potentados de las cloacas del toro, llamativamente todos a una por una vez, con la dolorosa complicidad de un sector de la afición venteña localizada mayormente en el tendido 7.

"Esaaa antenaaa", bramaban los aficionados venteños de otro tiempo a los que tuve la suerte de oír hablar de toros y de ver formarla gorda con la policía de Franco a punto de entrar al graderío con la porra en plan redada,

ay, July, July, Julián López y sus temporales.

La antena nos es otra cosa que levantar el brazo que "no" torea

 con la espada en la mano como si fuera una antena apuntando al cielo. La inventó el gran Chamaco, según previa consulta con José Luis Suárez-Guanes, conde del Valle de Pendueles e historiador, añadiendo José Luis para todos los interesados que Chamaco también invento el pase del fusil, pase del que recuerdo haber oído decir que sólo lo sabe dar Jorge Laverón.