jueves, 17 de agosto de 2017

Habla Simón



Casas, Simón, bocazas. 
Que no conoce usted el gran arte de la política de altura y ocupa un puesto donde se requiere, en simple lanzallamas de la tercera edad se queda, gafapasta, váyase a su pueblo a calentar las masas y deje de inflamar la maleza madrileña, oiga: napalm, napalm.
Por otra parte le recuerdo que "esto es pa listos", como repetían aquellas águilas taurinas de cuando yo me criaba para instruirnos, pa lissstos, con lo que supone eso y con la picardía que lleva la recomendaciónso franchute.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Estómago agradecido, es lo que fue el otro día,parecía un alto cargo del partido gobernante en la Comunidad de Madrid.
Aunque como llevan los políticos de izquierdas el asunto de los toros, tampoco nos debe extrañar mucho.

La condesa de Estraza dijo...

No entiendo muy bien tu comentario, Bragao. Pero antes de volver por aquí a desembuchar sobre las declaraciones del lanzallamas Simón Casas, quiero decir que yo no he leído las declaraciones, y que basaré lo que diga exclusivamente en lo trillado en tuiter.
Digo eso porque, de lo trillao en tuiter, Simón tiene toda la razón a mi manera de ver, yo pienso igual que él, aunque le pierde lo destemplado del discurso, la boca, el lugar elegido para lanzar filípica semejante, lo inoportuno sobre todo, y lógicamente los insultos, aunque es cierto que los tendidos jóvenes de Las Ventas hoy día están repletos de imbéciles.

La condesa de Estraza

La condesa de Estraza dijo...

Sigo: uno de los asuntos que ha puesto al personal menor como verdaderas motos y han bramado en el tuiter, tras las declaraciones de Simón Casas, es el hecho, implantado ya en la calle, de ir a los toros en bermudas como el que va a la piscina, y parto de la base de que servidora multaría a todo caballero que usara la malhadada prenda fuera de los recintos deportivos.
Quien aquí firma pertenece a una generación en la que a niños -en los inicio de su afición- nos vestían de gala para llevarnos a los toros, la muñeca Repollo a lado de los almidonados vestidos de servidora era una simple, y las tardes de toros, que nos llevaban, para nosotros significaba estrenar zapatos.
De nuestros padres ni les cuento, cada uno desde su condición, desde el labriego hasta el duque, iban como pinceles, las mujeres derrochando estilo y los hombres maqueados de lujo: yo aún me arreglo para ir a los toros, y toda mi familia, no concibo un espectáculo semejante, del que formo parte, vestida de trapillo y calzando chanclas.

La condesa de Estraza

Anónimo dijo...

Eso en San Isidro suele ser así, pero con el calor que este verano ha hecho, no esta la cosa para ir con traje y corbata.

La condesa de Estraza dijo...

Vamos a ver, Bragao, que hay ropa de verano para caballeros clásicos y modernos, incluso para hipsters, muy elegante y fresquita. Incluso más fresca que las espantosas calzonas, que el otro día iba delante de mí Vultaco, muy encajado en unas vaqueras, muy ajustadas, hecho un verdadero cuadro, y pregunto, ¿tanto calor quitan dos o tres cuartas de tela más de la rodilla al tobillo?
Si así fuera, que no lo sé, yo nunca he usado minifalda, que se joda el personal a cambio de ir vestido con decoro a ceremonia tal, banda de flojos, a segar los ponía yo a finales de julio en una llanura de Extremadura con un gazpacho y un cacho de tocino frito, aunque nada más fuera por un par de días.
(Continuará)

La condesa de Estraza