El que se está consagrando este invierno, entre tanto talibán bujarra y tanto periodista de chininabo, es Milinko. De Cáceres el águila leonada más conocida por el Milin, que se está marcando junto a su socio Alcobendas una serie de entrevistas a grandes toreros, que han sorprendido a la twitterjet, siempre tan ingenua y tan repipi.
Ángel Peralta, aparte, debido a mi incondicional admiración por el Centauro, a servidora la entrevista que más le ha gustado hasta el momento es la de Raúl Sánchez, no por lo que dice, sino porque al decirlo se nota que habla un tío como la copa de un pino en tiempos de nenazas en toda tierra de garbanzos.
Torero muy de Madrid Raúl, no de feria, del Madrid del verano, inolvidables veranos venteños aquellos, al que Madrid le quiso como a pocos, se le admiró de verdad, se le respetó al máximo, aunque con otro amor y otra entrega diferente, por ejemplo, a Chenel o a Curro Romero, y esos aromas, dos toreros estos dos de Madrid, por excelencia, que levantaban pasiones ciegas y fuera de todo control.
Para que me entienda la joven afición alejada de todo tópico y prejuicio, el amor que se le profesaba a Raúl Sánchez era, más bien, oculto, como ese amor de una casada fiel a su amantísimo esposo, mundano tipo, un ídolo, pero a la que se le cruza en el ardiente estío mesetario un guerrillero talaverano hecho como de esparto frente al toro, dispuesto a todo, hasta a morir, que confiesa a día de hoy en Banderillas Negras blog que es feliz, y que sigue desayunado café con churros recién hechitos en un quiosco de su pueblo donde también mueren por él y le tratan como a un rajá.
Larga vida, Raúl Sánchez, eternamente en nuestro recuerdo su impecable paso
por los ruedos.
4 comentarios:
Muchas gracias!!!. Pienso lo mismo, la entrevista de Jaime es extraordinaria por todo, sobre todo x esa verdad de la q habla la Condesa, de la q hace gala este pedazo de torero.
Gracias a ti, Milinko, paisano, y enhorabuena por el trabajo a ambos. Efectivamente, Jaime -¿Alcobendas?- capta perfectamente bien las expresiones del personaje, y lo ambienta muy bien, la entrevista es muy buena.
La condesa de Estraza
!Ufffffff Carmen esto si me toca de cerca! Conoci a Raul allá por el año 64 cuando el que suscribe le veía como un héroe de sus tebeos de entonces, personaje épico como Roberto Alcázar o El Jabato. Entonces Raul era novillero triunfador por aquel entonces en Vista Alegre. Cuantas mañanas de domingo compartidas en la Casa de Campo. Ya le arrastraban por aquellas calendas al de San Román de los Montes y me deslumbraba con su valor, consolidado diez años mas tardes alternando con aquellos Paquiro, Calatraveño, Higares (padre), el Hencho etc frente a aquéllos terroríficos Concha y Sierra, Sotillo Gutiérrez, Jesus Trilla, García Romero, eso si que era autenticidad y este tío a sangre y fuego todas las tardes. Ya que citas a Antoñete un día en el que debutaba un sobrino de Donaire en las Ventas, Angelito Martínez Donaire, almorzamos Pablo Lozano, José Antonio Donaire, el padre del novillero a la sazón veterinario en Torrijos, Raul Sánchez y un servidor. En un momento don Pablo soltó el siguiente dardo: ! Pero si Antoñete vino por veinte mil duros con nosotros abriendo cartel a Palomo¡ Raul y los presentes nos quedamos petrificados por el inoportuno comentario, !Nada menos que veinte mil putos puros al Rey de los Toreros. Estos son los taurinos, Carmen. Hace ya mucho que no se de Raul y desde aquí quiero enviarle un afectuoso saludo y un gran abrazo. Sin duda eran tiempos mejores.
Joder, Entrepelao, ¡Jesús Trilla!, ¿tendrás en la memoria como tengo yo, imborrable en la retina venteña, aquel "bote" del cartucho de "pescao" que le pegó en los mismísimos medios a un garlopo de ese hierro José Hernández, El Melenas? Más quieto que un palo el torero frente a aquel tren, que le esperó sin moverse para el siguiente y le atizó uno de pecho de cartel.
¡Y esos de Jeromo! Madre mía, vaya vehículos de diseño que andaban hasta de "lao", chiquititos, terciaos como ellos solos, polvora comprimida, balas, y esos "desesperaos" delante de ellos ante nuestros ojos sin pestañear, a los que tanto les debemos.
Oye, achanto, que lo mismo se meten despiadadamente conmigo de nuevo después del ya famoso palizón recibido por mis magras costillas (MAL FIN TENGÁIS) pues da la sensación como que a determinados nuevos aficionados les molestara que contemos públicamente nuestros recuerdos y hasta se lo han recriminado al señor Paco Esplá. Qué cosas hace la televisión, chacho, y estate preparado no sea que los de izquierdas te guindemos el encinar pacense de tus placidos cuarteles de invierno, y te veas obligado de la noche a la mañana a cruzar la frontera y refugiarte en nuestro querido Portugal, más tieso que un palo y rodeado de rojos gubernamentales.
Jijí, me uno y, aun sin conocerle personalmente, le mando otro abrazo a Raúl Sánchez.
Bs, pedazo de facha.
La condesa de Estraza
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