Lo cuenta K-Hito en Dígame el 4 de enero de 1944, seguidor incondicional suyo, y pone las palabras en boca del propio Manolete, de quien las oyó.
- Yo -dice Manolete- sólo hable una vez con El Guerra. Habíamos entrado varios chicos en una finca suya a coger bellotas. Yo estaba sentado en el suelo ingiriendo el fruto de la encina, cuando ante mí las manos de un caballo que frena. Alcé mis ojos: ¡El Guerra!
- ¿Qué jases tú ahí?
- ¿Yo? Pue, pue, comiendo estas bellotas.
- ¿No sabes que no son tuyas?
- No, señó, no.
- Pues vete de aquí.
- Si, señó, sí.
- Y no güervas mas
- No, señó, no.
- Conque arreando.
- Sí, señó, sí.
Foto: Manolete en el tren.
1 comentario:
Con que respeto se hablaba antes a las personas mayores, que anécdota más buena, que también nos recuerda ,que tiempos pasados, respecto a la supervivencia del personal no fueron mejores.Aunque tengo que reconocer, que la bellota cuando esta en su punto, es un gran placer comerla ,sobre todo si es por gusto y no por necesidad.
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