lunes, 10 de abril de 2017

Deseos


Me hubiera gustado ver la corrida de Victorino Martín, ayer en Madrid, con ochenta, cien kilos, menos, de peso. Así como no tener que presenciar jamás en la vida cómo la cátedra aplaudía de salida a un ¡zambombo! de la legendaria sardinería de Saltillo, porque simplemente se había hecho famoso durante la mañana el zambombo a través de las turulatas redes del toro por donde campa una afición venteña desnortada, ignorante creyéndose chanadora, apostando a lo loco el personal tan seguro de sí mismo por tal o cual ejemplar visto por fotografía, un sainete, cada día más repipi y osada la gente recién llegada.
Me hubiera gustado ver también, entonces, a tres toreros bragaos, sesenteros, correosos y curtidos en la tragedia, pararle los pies a los seis de Portezuelo desde que se abrieron de capote con el "por aquí se va a Madrid", chatos. Firmes los tíos como palos, con hambre, pero si parecen millonarios hipotecados ganándose un jornal, excelsos interpretes muy apreciados en determinados sectores de la plaza por la coreografía barata que practican y que los toros la suelen oler a la legua, constantemente en movimiento los toreros, todos, y los toros coscándose, cuando aquí de lo que se trata es de quedarse quieto, o eso pienso yo.
Hablando de otra cosa, ¡cuánto culibajo por esos ruedos!  ¿Lo han observado? Ayer salió uno, muleta en mano, que bien pudieran picarle las gallinas en el trasero, ¿de dónde han salido tanto toreros paticortos?
 El Juli, el rey, ¿y no es acaso el cuerpo la herramienta del hombre cuando se viste de luces? 

No pongo foto del zambombo al que me refiero porque va muy lento el sistema y ahí tengo una de Andrew Moore, al que se le agradece el trabajo en vista del petardo que la web oficial de la plaza está pegando, que no quiere subir ni a tiros la puñetera foto.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Los kilos seguro que influyen ,con más kilos, el toro se cansará antes y su movilidad será menor.Pero el problema principal de esta y la mayoría de ganmayoría es la falta de casta.Yo he visto caerse sur suelo erales de 350 kilos y no precisamente por sobrepeso.

rufino dijo...

Buenas tardes,
mi nombre es Rufino Gomera y dirijo la sección taurina de Onda Cero en Córdoba y provincia.
Con motivo del centenario del nacimiento de Manolete se están celebrando en mi ciudad multitud de actos y conferencias.
Estamos organizando una sobre la relación del periodismo con Manolete y en una de sus entradas he leído que es usted amiga de la periodista Julia Rivera, con la que nos gustaría contar ya que es una experta en este tema.
Si fuera tan amable de decirme cómo ponerme en contacto con ella le quedaría muy agradecido.
Sin más, reciba un cordial saludo y le doy la enhorabuena por su blog.
(puede ponerse en contacto conmigo de forma privada en esta dirección de correo:
ondacerotoros@gmail.com)

La condesa de Estraza dijo...

Yo en esto de los kilos no estoy tan de acuerdo contigo -¡por fin, Bragao!- no hay otro motivo que los kilos, con influencias lógicas de otros agentes, y la crianza, de cebadero, hablando en plata, y siempre a mi humilde manera de ver. Porque para empezar la crianza de un toro requiere, también para empezar, grandes extensiones de terreno y los latifundistas, salvo excepciones, de los que conservan la vacada, anda la mayoría sin dinero y con las grandes fincas divididas tras el paso de varias generaciones de herederos, en comparación todo ello con el poderío de sus antepasados.
Como eres lector antiguo, recordarás cuando insistía yo aquí cuando el caso del julai del conde de Estradas, y en defensa propia porque con el sinvergüenza del Muñecón pasé mucho miedo, y tu pillas, recordarás, digo, decía, como la señora Condesa, hablando de toros, siempre traducía a los animales como si opinara de hombres, o de mujeres, en caso de las vacas aunque ahí el ojo me traiciona más, y al contrario: hombre a juzgar, toro en mente.
Ahora me pones tú al tal Bosquinosecuantos de Victorino Martín de 631 kilos, vas y me lo pones en hombre, exacto, con esa barriga, buscando aire el hombre con la cabeza por los aires porque se axfisiaba, un hombre al borde de un ataque, eso en toro, y lo pones a pelear con un Fandiño delante.
Si fuera por la casta, por su falta, se caerían las frisonas como pelotas, o lo morucho, si fuera falta de casta huirían a refugiarse o se echarían, los toros se caen, o no enseñan en muchos casos lo que llevan, por lesiones ocultas, debilidad extrema, o falta de fuerzas, insisto que siempre a mi manera de ver, que yo no estoy aquí para dar lecciones ni mucho menos para mostrar supuestos conocimientos.
Largo debate y peligroso medio en el que estamos para encararlo, amigo mío, siempre agradecida, y, te confieso, la idea que yo tengo de hombre es Clint Eastwood y quiero un Clint Eastwood en toro, y lo demás como que a estas alturas le vengo haciendo como ascos. Mas, ¿sabes?, ahora ya tirando de la manta, creo que vencí al miserable de Martín Ruiz Gárate en el mismo momento que traduje sus inconfundibles hechuras, vamos hacia el toro Muñecón cuesta abajo y en "picao".
Bs, semanasanteros, Bragaomeano.

La condesa de Estraza

La condesa de Estraza dijo...

Hola, Rufino.
Sí, puedo ponerle en contacto con Julia Rivera para que pueda hablarle a ustedes de Manolete, lo que no sé es cuanto puedo tardar, así que espere mi contestación a través de su correo mail que en cuanto la tenga se la mando.
Gracias por sus piropos a mi blog.

La condesa de Estraza

La condesa de Estraza dijo...

Eugenio Vidal y Juncal, gracias, Juncal, chinchin: sé que les debo respuestas a comentarios anteriores y, como digo, no me gusta dejar a los lectores con la palabra en la boca, así que vamos a esperar acontecimientos visto lo visto, porque maneja Valentín Azcune un material tan explosivo sobre Manolete, que ando detrás de Valentín por si nos lo facilita para este blog: firma Cañavete, que no era manoletista precisamente.

La condesa de Estraza

Anónimo dijo...

Me ha convencido totalmente su explicación, señora Condesa, es verdad ,el ganado manso no se cae.
A Rufino, le recomendaría que invitará también a la autora de este blog, reconocida experta en Manolete.

La condesa de Estraza dijo...

Pero podemos ir más allá si queremos -de ahí la adicción a esta droga que compartimos- y darle la vuelta a la tortilla, Bragao. Pues mientras las caídas de los toros, siempre desde mi modesta opinión, tienen poco que ver con la casta como ya se ha dicho, insisto que pienso que se deben a factores físicos y a crianzas artificiales, considerando eso, sí es cierto también que cuando hay bravura (condición superior a la casta) un toro, aún lesionado o sin fuelle, puede resistir hasta el agotamiento total de sus fuerzas exactamente igual que un titán.
Por lo de demás, lo de Rufino me tiene nokeada, no por el camino que tu vas, passso, yo voy por otro y Manolete me lo paga siempre, ya sabes que para mí Manole es dios, y dios es misericordioso, así, ateniéndome a ello, se desprende en conclusión cómo está el periodismo de hoy y la asignatura de Urbanidad de esta gente por los suelos, y lo que se avecina mete miedo por muchos motivos si no paramos a tanto zangolotino y zangolotina "sonao", como es nuestro deber
¿Hablar yo de Manolete en Córdoba me deseas? Si la espina de Córdoba Manolete la llevaba clavada en un costado hasta el mismo momento que Islero lo mató, voy a ir yo ahora a Córdoba con semejante papeleta. ¿A qué? Quita, quita, que lo mismo Manuel Rodríguez me manda un castigo divino por pecar de tal manera.

La condesa de Estraza