Como todos los años en esta fecha, 9 de octubre, Libra en el cielo, felicitamos a José Luis Suárez-Guanes, conde del Valle de Pendueles, historiador y cronista de ABC, que nació en Madrid tal día como hoy hace setenta y cuatro años.
Como regalo bloguero de nuestra parte se le escoge esta sevillana, que le encanta y que cuando le da el punto me pide que se la cante y si estoy en son voy y se la canto, dedicada por Rocío Jurado a Antonio Bienvenida. Su torero por encima de todos los toreros y muy cercano José Luis a la casa de General Mola, 3, donde entraba y salía como Perico por su casa desde niño, mas lo de Antoñete en competición con el hijo de Papa Negro, el palo opuesto Chenel, lo lleva chungo y yo creo desde mi punto de vista que le tiene 'partío' taurinamente su bondadoso corazón.
Porque no hay un hombre debajo de las estrella más bondadoso que el viejo conde asturiano:
va por él.
Yo pediría aprovechándose el viaje que se le retire el Don a los toreros cuando se escriba de ellos, que yo sé de donde viene la irreverencia, moda nefasta que pareciera ya impuesta. Rizar el rizo de la mala educación creyéndose uno muy bien educado: nada de don Antonio Bienvenida, sino Antonio Bienvenida, y para los aficionados de Madrid de aquella época que fueron sus partidarios, Antonio, simplemente.
Que los toreros no son notarios, a los del Don, catetos, que esto está lleno de catetos (con pretensiones).
2 comentarios:
Condesa de mi corazon,
que suerte tiene tu amigo conde.
A proposito del don, verdad es que nadie llamaba a antonete "don" antonete. Quizas tambien ciertos llaman a antonio bienvanida don antonio porque era un miembro importante y apasionado del Opus.
La verdad tambien que cuidaba todos los detalles, (vestidos, actitud en pista etc) y era un formidable torero que tuve la suerte ver torear, con su tan caracteristca apariencia de simplicidad, de facilidad.
Y con tu permiso, felicito tambien a tu amigo el conde del Valle de Pendueles.
Con cierto retraso, muchas felicidades a Don José Luis.
Le ví, y tuve la suerte de saludarlo en el mano a mano, tan amable siempre, un Señor, con mayúsculas.
Lo llevaban en silla de ruedas y sentí tristeza ver como envejecen tan grandes aficionados, ley de vida Sra.Condesa.
Un fuerte abrazo para eél y muchos años de vida.
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