A propósito de twitter

Cuando se levante el secreto del twitter de Toros como está pasando con el de los políticos, cuando se expurgue aquello taurinamente, cuando comiencen a salir a la luz twits prehistóricos de algun@s puestos sin embargo hace cuatro días, aquí vamos a presenciar suicidios colectivos.

Íntegros aficionados que son capaces de sacar aquella desagradable puñalada dirigida al costado izquierdo de mi glam preferida Cristina Padin (siempre se rumorearon nombres de los autores) pidiéndoles a la par integridad a los taurinos de profesión, cuando los taurinos en cuanto quieran, tic-tac, tic-tac, les quitan la careta con la uña de ciscar el puro amorantao pues manejan las redes infinitamente mejor que la afición de a pie y ponedora y equipos tienen a sueldo para pulverizar a todo el que se ponga por delante en cuanto quieran.

Hoy pienso esto -¡y lo escribo torpe!- y mañana escribo lo contrario, o me reservo prudente, según le convengan a mi negocio y siempre a favor y en exclusivo beneficio de mi bolsillo. Voy contra los fake pero resulta que yo le he sacado uno a Piriquito Pérez que lo despiezo y empleo mi tiempo, desde mi perfil a pecho descubierto, para desenmascarar y combatir todo aquello que huela a fake. Tan miserable soy, tan íntegro, que se me atribuyen en ese momento tres cuentas abiertas y en activo las tres, con tres líneas diferentes, saludos, Faustino Herranz, Rosco, de las cuales una, ejemplo de aficionado integro de toda integridad, pasaría ante los usuarios pardillos como la opinión cabal y transparente de un aficionado independiente y de una pieza.

Piden unión los mismos que nos han desunido y me centro en la Monumental de Madrid, donde jamás nos hizo un bloque la opinión, dividida eternamente en estas arenas, sino el sentimiento venteño, hasta el punto de que no ya el torismo nefasto del talibaneo y sus tribulaciones, también se aprecia que aficionados rigurosos, que saben, de los que han visto torear, somos capaces de apoyar o rechazar, humanos, cualquier corriente que llegue a ventilar la plaza aunque nada más fuera, en tozuda postura en contra, porque nuestro enemigo imaginario apruebe o rechace la corriente de la que se trate.

Paletos que no han pisado una plaza de toros, de las de peso, creando opinión. Bronquista que no saben vivir sin una bronca siempre que la bronca sea en grupo y el bronquista tenga todas las de ganar, titulados de escuelas superiores y universidades varias pidiendo a los toreros dar el callo y cumplir con su obligación como está mandao mientras sus espantosas obras se tambalean, pirados maravillosos diciendo tonterías, inofensivos provincianos que van al sol que más calienta, tópicos todos, ni una denuncia con nombres y apellidos, y mucho correveidile de garito haciéndose pasar por un tipo de veras informado de todo lo que se cuece en las mazmorras de los despachos del cuerno, ahora que me puedo lucir en la bobada el twitter. 

Tribuletes al poder, sin enterarse de que en el mejor de los casos sirven de risa y, lo que es más grave, ignorantes de que tienen auténticas piezas de artillería en los talones, a la espera, que todo llega y la paciencia es la madre de la ciencia.

Funcionarios chupatintas en puestos de peonaje que en horas de trabajo en las instituciones del Estado, pagadas por todos y lo mismo me echo la muleta a la mano izquierda y le escribo como contribuyente una carta a algún jefe de departamento, indignada, dando lecciones de ética y de rendimiento en el trabajo. Muchachas en promoción haylas, corre bous al carrer a tutiplén, señoritos de pan pringao enseñando el encinar propio o ajeno, buitres variados y de segunda con ganas de meter el cazo, merendeitors, cossios con patas que no han visto el mundo por un agujero, pelagatos, televidentes empollones del Plus de la rien sacando pecho, tropa infecta que tanto daño está haciendo y que se va a pagar tan caro porque lo peor de lo peor de todo lo peor reside en el confusionismo, llevado a tales extremos, con la que está cayendo fuera y la que tenemos preparada dentro.

Gentuza tirándose al cuello a la que hay que sumar la gente válida que también existe, con buena intención, pero que no alza la voz como cabría esperar y se limita a ser testigo de tan fatuo e inservible fenómeno de la comunicación de hoy exactamente igual que hace la que aquí firma. 

Eso es twitter y la utilidad que le da la afición, siempre a mi manera de ver, un peligro para la Fiesta y todos aquellos que la componemos y una auténtica trampa para osos en lo individual.

 Feliz finde a la afición sana.