jueves, 28 de agosto de 2008

Matar muriendo (el viaje)

A Manolete no le gustaba madrugar, era un búho, así que siempre que podía viajaba de noche. La troupe torera inicia el viaje final, tras atravesar Castilla, llegando en una primera etapa a Madrid procedente de Santander, la penúltima fue, amaneciendo el día 27 de agosto. Como Lupe se encontraba en Lanjarón, pienso yo que Manuel se debió quedar en casa de Camará, Amador de los Ríos, número 4, porque El Pipo cuenta que estando él en la Cervecería Tropical de la calle de Alcalá, vio pasar el legendario Buick azul de Manolete, al volante, acompañado por el periodista Antonio Bellón. Añade Rafael Sánchez que le pitaron y que por señas entendió que se dirigían a casa del apoderado.
Y es gracias al periodista Antonio Bellón, un personaje muy popular en Las Ventas hasta bien entrada la década de los ochenta y con el que tuve el honor de conversar muchas tardes, por el que sabemos hasta los más pequeños detalle de lo ocurrido desde que el torero sale de Madrid y llega a Linares. Porque don Antonio, junto con Guillermo que iba conduciendo con Manolete al lado, ocupó una plaza en los asientos traseros del coche que les llevaba, con Camará, cuando tomaron la carretera de Andalucía al anochecer.
El periodista nota rápido el tono poco cordial en las vanas conversaciones que se trillan cuando quedan tantos kilómetros por delante, cuando surgió de repente el tema de sus amores con Lupe Sino, que Manuel cortó enérgico.
Llegada la hora de la cena los viajeros decidieron repostar en el Parador de Manzanares y, entre plato y plato, la charla iba sin argumentos. Manolete, como era su costumbre, decidió tomar un menú frugal, pero no siguieron su ejemplo ni Camará ni Guillermo, que se apiparon, por lo que al sentarse ambos atrás al coger de nuevo el coche- ya que el torero había pedido conducir- cayeron rendidos en un profundo sueño.
Aprovechando el silencio, Manolete, como si presintiera que algo iba a ocurrir y con un tono que a don Antonio le sonó a despedida, y le chocó, le dio las gracias al periodista por su limpia amistad y lealtad. Pasan el rato hablando de vaguedades sin detenerse en nada, cuando:
"Manolete (...) en tono confidencial, comprobando el sueño de los acompañantes, me hablaba de su honda preocupación, más por sus amores que por la hostilidad torera de las plazas. No podía renunciar a lo que era su amor a pesar de que tanto y tanto la mayoría de sus amigos se oponían. Lo que le preocupaba profundamente era el silencio de su madre cuando Manuel, su Manolo, le hablaba de sus ilusiones amatorias. El había decidido casarse con su amor Lupe Sino y deseaba que su madre estuviera presente en la ceremonia".

A Linares llegaron alrededor de la cinco de la madrugada, o sea, veinticuatro horas justas antes de morir a la 5.05 del día siguiente.
Manolete no se entretuvo, subió sin perder un minuto a su habitación y cayó rendido en la cama, era un gran dormilón, hasta casi el mediodía cuando una llamada de Lupe, le despertó.

5 comentarios:

Ana Pedrero dijo...

Dejemos a Manolete dormido. Soñando con Lupe, sin saber que la muerte anda rondando la cama.

Un beso.

Anónimo dijo...

Sra. Condesa ahora empieza el "baile", dentro de poco los "cuervos" empezaran a revolotear, mientras el torero duerme ajeno a todo.
Salud
El Coronel

Anónimo dijo...

Berrendita, dormido lo tenemos, a estas horas el torero más enigmático de todos los Toreros ya habita en el sueño eterno.
Gracias, amiga.

La condesa de Estraza

Anónimo dijo...

Coronel, los "cuervos" ya hace tiempo que están haciendo de las suyas, recuerde la tarde del 1945 en Alicante, ese es el primer dato real que da idea de la explotación, física, a la que fue sometido este español irrepetible.

La condesa de Estraza

Anónimo dijo...

EVIDENTEMENTE, ASÍ FUÉ...MURIÓ EN BRAZOS DE LAS NEGLIGENCIAS MÉDICAS, COMO LO FUÉ "PAQUIRRI", Y TANTOS OTROS....ATRÁS QUEDAN LOS TOPICAZOS, DE QUE UN TORO DE MIURA LLAMADO "ISLERO" MATÓ A MANOLETE....José Ortega.