domingo, 18 de mayo de 2008

Una cita


No me afectan los chistes de rubias porque sé que no soy tonta y sobre todo porque sé que no soy rubia.

(Dolly Parton)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hahahahahaa!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Tony Vauxhall, creo recordar que usted cayó en este gallinero del toro bravo en busca de Dolly Parton, admiración por la star que nos une.
¿Conocía la cita que publico?

La condesa de Estraza

Anónimo dijo...

No, no conocia la cita. Es simplemente genial.

Viene a Londres en Julio, dos conciertos. Me encantaria invitarla Sen/ora Condesa. Seria todo un honor para mi.

A sus pies always.

Anónimo dijo...

Mira por donde te he encontrado.... Y yo sin saberlo. Condesa.... ahora ya no se me escapa. Sigo diciendo que le llevo las gafas el viernes...
Besitos

Anónimo dijo...

Tony Wauxhall:
Soy una persona sedentaria, de las que no le gusta viajar en el sentido turístico en que se viaja hoy día. Mi idea del viaje pertenece a la del siglo XIX, o sea coger los baúles con mis correspondientes sombrereras de cartón rendondo al hombro, y partir como mínimo seis meses a vivir como una nativa más allá donde cayeran mis huesos.
Por otra parte no me gustan los hoteles, paso mucho miedo en ellos igual que le ocurrió en vida al chamán. Así que, Tony, hombre, no estaría mal aceptar su invitación para ver a Dolly Parton a la vera de todo un "yentelman", incluso me podría animar y de paso visitar a mi queridísimo hermano que lleva ahí toda la vida viviendo, y ya me resulta un inglés más.

La condesa de Estraza

Anónimo dijo...

Arancha: Como conoces la historia de esas gafas, permíteme dar un apunte a los demás amigos para que nos se nos amuermen. Esas gafas es el único objeto que he tirado yo a la arena en mi vida, cómo sería la cosa. Me las quité, volaron y cayeron justas a sus piés, rozánzole previamente la peladilla a Carreño, que estaba en el callejón.

No te vengas si ellas, Ari, por lo que más quiera ya que me gustaría conservarlas como un amuleto para combatir las influencias de tanto penco.
Suerte siempre para Morante.

La condesa de Estraza