El ridículo personaje de la fotografía con tantos aires en la cabeza, un tal Fernando Polo Agote, taurinete y talibán en otro tiempo y de inenarrable pasado en esto de Internet por donde circuló rayando el delito contra el honor de las personas, se perfila como nuevo empresario de la joya de la Misericordia, plaza de toros de Zaragoza.
Menuda mina,
placentero ejercicio el desempolvar el historial de semejante julai,
continuará.
2 comentarios:
La fiesta no puede degenerar más.
La fiesta no puede degenerar más.
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