viernes, 15 de diciembre de 2017

Abro para preguntar



Muy preocupada, me encuentro abrumada, flipo,
¿es posible que los aficionados logremos imponer en las ferias el toro toreado o currado? 

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Esperemos que no, los toros tornados para correr los por el campo o por las calles, como toda la vida de Dios.

La condesa de Estraza dijo...

Claramente hablo como ejemplo del tal Cazarratas, en la fotografía, querido Bragao, que a mi modo de ver, y al modo de ver del coloso que se puso delante y lo mató como buenamente pudo, estaba "currao" de lo lindo. Toro mítico para algunos aficionados mayormente aficionados que no le vieron en la plaza, incluso aficionados televidentes que no han pisado la plaza de Madrid en su vida e intentan imponer el toro que debe salir en estas arenas monumentales, un marrajo manso de libro para otros que no dejó acercarse a nadie en un espectáculo dantesco, el antitoreo, porque el toro bueno, malo o regular, incluso el barrabás, tiene que permitir el toreo, la clase de toreo que sea, pero toreo, y mi pregunta del post se basaba en que demasiados jóvenes aficionados en las redes clamaban por un par de toros de estas características -toreados- en toda corrida y en nombre de la emoción, ¿qué emoción? ¡Venga, un par de toros toreados por espectáculo, señores ganaderos! Que lo emocionante es ver a media docena de hombres corriendo para salvar la vida y a un animal huyendo sin querer pelea a la espera de que la presa le pise los terrenos y dejarla agonizando en el ruedo tras una cornada traicionera.
Mira, Bragao, la noche del viernes estuve tomando algo con un célebre aficionado del 7 -gracias, majo- y hablamos de este toro, del que su criador reniega, y hace bien, tras lanzar al orbe no sé que versión de una supuesta vacuna (luego chutado, luego manipulada su naturaleza) y le conté lo que yo vi desde una localidad muy baja de un tendido de sombra. Y, entre lo que yo vi, vi como el infumable Cazarratas le lanzaba dos hachazos al pecho del titán Sánchez Vara, seguidos, en el mismo derrote, que nos helaron la sangre todos. Sánchez Vara abrevió ahí, dió por terminada la serie de muletazos, miró al callejón a sus compañeros y le hizo un gesto clarísimo de que el toro estaba toreado, no en titulares lo afirmaba, sino con un gesto muy íntimo a los demás compañeros, que yo no sé si lo recogerían las cámaras de televisión pero que sirvió para que los que estábamos en aquel tendido -ya coscados de antemano- le solicitamos al torero que se lo dejara vivo.
Enhorabuena al valiente Sánchez Vara por resolver el trago con tamaña gallardía, del que nadie habla tras la épica batalla, y a ti, mi querido amigo Bragaomeano, una feliz y familiar Navidad con mi agradecimiento por no abandonar este espacio, que es también tuyo.

La condesa de Estraza

Pd: va del tirón, disculpen posibles erratas.

Anónimo dijo...

Yo también estuve en la plaza ese día. Ahí se ve la corruptela de los despachos. Que premio le han dado a Sánchez Vara por jugarse la vida, ser un profesional y quitarse semejante marrano del medio, sin dar el mitín con la espada?
0 contratos.
A mi me toca un toro toreado y digo que lo maté el presidente y ese día duermo en comisaría. Que a los toreros que se niegan a matar los toros en Las Ventas, les tratan con más seriedad.
Hace más de una veintena de años en Alcalá de Henares, un novillero que se llamaba Sánchez Camacho, le salió un novillo de Hernández Pla, que el chaval vio claramente que estaba toreado, se sentó en el estribo y se negó a matarlo. Feliz Navidad también para usted y los suyos.

DANIEL LOZANO dijo...

Ya lo ha definido exactamente usted señora Condesa...El antitoreo. ¿Y cual es el premio para semejante hazaña...? Dejarle fuera de la feria de este año.
Así nos vá.

Saludos a uested y a la parroquia.

La condesa de Estraza dijo...

Gracias por su visita, Daniel, nada que añadir a su comentario. Aunque, si tuviera una tiempo para dedicarle al blog, convendría analizar seriamente los carteles de la feria de San Isidro de este año y cómo se ha llegado a ellos. No por malos, que no pueden ser peores, ya que faltar siempre han faltado nombres de postín, sino porque con tristeza se comprueba que lo que está anunciado respecto a toreros, infumables, es lo que hay, simplemente, no hay más que ese plantel de pegapases destajistas que no interesan a nadie porque los taurinos llevan un cuarto de siglo eliminando como toda política empresarial cualquier brote de talento o rebeldía de los ruedos y tratan a los coletas como piezas de quita y pon.
Saludos, amigo.

La condesa de Estraza