Una gran artista, inmensa, para mí, que no soy coplera, la mejor después de Marifé de Triana, Marifé más al sentimiento desgarrado con una voz colocada a capricho en la nariz que me atolondra, ella más a la cartera -o leona- según todos los indicios.
Isabel Pantoja es una mujer en este momento metida en el centro exacto de un laberinto y con eso mucho cuidadito, viuda de Francisco Rivera, Paquirri en los carteles, matador de toros y figura del toreo indiscutible, muerto en la arena, y aunque sólo fuera por eso pido para ella respeto.
Juicios paralelos, no, no lo permitamos cada uno en su medida, que se pare esta maquinaria atroz del escabeche avinagrado, que un ser humano por muy malo que sea no es una piedra.
No conozco de nada a Isabel Pantoja, aunque tenemos una gran amiga en común, a la que lo único que le he oído decir de Isabel, en una ocasión y con cuatro palabra, fue que era una gran mujer, y yo a mi amiga la creo, porque yo sé lo que es para mi amiga una gran mujer.
3 comentarios:
Que devuelva lo que ha robao.
Ay, Marbella condesa!
Pero te reconozco bien en este post.
Suerte pues para La Pantoja.
Retomo por aquí por muy lejano que quede, señores Anónimo y Chulo, cómo va la gente de rápida, que frenen que me mareo, ¿ha sido olvidado ya por parte del personal aficionado con potentes medios de comunicación el Pleito de los MiurasII, tras lo de Nimes? Jijí, vaya aficionados piantes de chichinabo, ¿carpetazo?
Lógicamente ustedes dos van bien 'encaminaos', y el que la haga que la pague, TODOS POR IGUAL, pero aquí se hablaba de otras cosas. Se intentaba decir que ese chaval tan 'enrrllao' al que los exquisitos desprecian siendo un inofensivo joven -gordito hermano de bellos ejemplares- bien podría servir de ejemplo a la kaleborroka de su edad disparatada. Tildado como Paquirrín desde la cuna, ¡tela!, Kiko Rivera, que se está haciendo un hombretón, se pretendía recordar que es huérfano del toro desde los siete meses, tercer hijo varón para más señas de Francisco Rivera, "Paquirri" en los carteles.
Respecto a Isabel, que debe cumplir la pena que le imponga el Juez hasta el último céntimo o minuto, cuando escribí esta entrada sin pensármelo dos veces me acaba de enterar, de buena tinta, de que Isabel está enferma... y para mí una mujer enferma, es un sagrado. Basta ya, que no hay cuerpo humano que resista esa zurra nacional, ni hoyo que te trague, ni consuelo, Isabel esta enferma, y lo parece, pero por poner un ejemplo y concluir la perorata, la que no parece enferma, ni da síntomas de ello, es la infanta doña Cristina, esposa de Iñaki Urdangarín. Chulo, qué ganas tengo de verte, cuento los días.
La condesa de Estraza
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