No es fácil tocarme a mí los costaos, o sí lo es, lo que pasa es que para tocarme a mí los costaos hay que ser un gran torero de reses humanas.
Y como ustedes comprenderan el grajo retratado arriba, de nombre Pedro García Macías y conocido en la red como Pgmacías, hoy a la deriva y sin prestigio ninguno entre la gente de ley, tenebrista personaje digno modelo de la escuela de su paisano Zurbarán, un cobarde, un individuo de los que tiran la piedra y esconden la mano, aficionado provinciano de los del toro íntegro y el hombre corrompido cuando uno es consecuencia del otro, no tiene ni para descalzarme a mí como para venir ahora intentando pegarme, a estas alturas, un nuevo muletazo por abajo.
Les he perdonado la "vida" y la cartera en forma de sabrosa indemnización a los componentes de esta banda de delincuentes informáticos, pero insisten en el ataque a mi persona, sin respiro, advirtiendo la que firma que el terrorífico acoso que sufrí y que toda la red taurina conoce, así como la plaza entera de Madrid, no ha terminado.
Vamos, que no ha prescrito el delito pues sigo siendo amenazada, la última vez el pasado 28 de abril, domingo, y constantemente insultada en este blog, con vejaciones y echándome en cara asuntos relacionados con mi vida privada, lo que me ha obligado a aplicar la indeseable censura.
Uy como una mañana me levante yo más revuelta de la cuenta...
4 comentarios:
Qué sabiduría de audiencia, señores, mi un solo comentario en esta entrada: el silencio.
Qué orgullosa me siento de los lectores de mi blog, que impotencia tan grande no poder corresponderles a ustedes como se merecen, al minuto, qué prisas me devoran y sin poder comenzar a meterle mano a los asuntos pendientes.
Hasta otro momento, gracias.
La condesa de Estraza
A un apasionado lector en particular: entienda usted, y le recomendaría tal y como le he aconsejado por teléfono hace unos días, que supiera leerme, no sea que no me entienda y que, dado su interés, llegara a sacar conclusiones erroneas.
Cuando hablo de silencio hablo de Silencio, algo que nada tiene que ver con las palabras, hay gente que no pía y sin embargo te está contando su vida por capítulos.
Saludos desde depezón.
La condesa de Estraza
Condesa, por si sirve de algo ya sabe lo de Don Quijote y Sancho.: "Ladran, luego cabalgamos"
Besos
Coronel: ya no ladran, excepto el último maullido del gatino de la fotografía que ilustra la entrada, y servidora ha recuperado relativamente la normalidad.
Se acabaron los ladridos de los perros en manada, adiós paliza recibida por estos cobardes de mierda que acorralaron en grupo a una mujer sin que ninguno, excepto uno, la conozca de nada ni mucho menos la hayan tratado personalmente. Dieron la cara por un impresentable que permanecía en la sombra como tu sabes mejor que nadie y, pasado el tiempo, hasta el anunciado regreso de Alien en la cochambre del taurofilio parece que fue un farol, ya ni se atreven a mover un dedo porque han aprendido ¡por fin! que en cuanto mínimamente se muevan, les cae una gorda.
La condesa de Estraza
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