JT, ummm

Les cuento mi situación personal a día de hoy viernes último de abril, a más de mes y medio de la reaparición de José Tomás en la plaza de Madrid. Mi querido tío Vicky, más conocido en familia como el Vikingo, mi tío carnal más querido pues él me enseñó a leer y con él aprendí los palotes de mis primeras letras, llama por teléfono y se impone para que, tenga una que hacer lo que tenga que hacer que a eso a él le importa poco, le consiga dos entradas por lo que pidan para cada una de las tardes en que José Tomás toreará en Madrid. No son para el matrimonio, pues está abonado a la andanada del "9", sino porque tiene un compromiso con uno de sus socios y si le sonriera la fortuna y pudiera invitarle a los toros, ese negocio que está en el aire caería rápido a su favor.

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Mi tía Inés también llama y le digo que hable con el Vikingo, que están peleados desde la boda de mi prima Cristina y sería una buena ocasión para que se reconciliaran.

La niña de mis ojos, o sea mi sobrino Rodrigo, ya anda sacando pecho por la "urba" porque entiende que estando yo en el ajo, él no se queda en la calle. Mis padres, que vienen todos los años a la feria desde hace cincuenta, se acaban de poner de morros. El viejo, el aficionado más partidario de JT que conozco, insiste en que el no cede su entrada de abonado así lo ahorquen, mientras ella, mucho más tomasista que el viejo pero mujer práctica donde las haya, tiene la aviesa intención de vender la suya.

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A todo esto mi hermana está también por ponerle precio a sus localidades, pero su hijo mayor dice que una mierda, que si ella no quiere ir él va con su novia, a lo que mi plasa responde que para que vaya su novia va su cuerpo serrano porque para eso es la que afora el boletaje.

Jony llama desde Salamanca, quiere coles, y le aparco de momento hasta nueva orden. La Triche, que paso de ella desde el día que me quiso atropellar con la moto, se ha comido su orgullo y también me ha abordado para que me apiade de su persona. Turía y Nassar, cada uno por su lado, mendigan en nombre de la facción mora, Camilo Germain de la francesa, desde México dos mails, y mi hermano ha jurado que como no le oriente con dos papelas guapas, que me olvide del traje de chaqueta que me tiene prometido regalar para que vaya una de estreno a la conferencia que en breve daré en Zaragoza.

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Esto, tirando por lo bajo con la gente de casa exclusivamente, que si les cuento a ustedes todos los envites por parte de personajes secundarios que tengo, se flipan. Conclusión, que la vuelta del torero de Galapagar a su plaza puede convertirse en el acto social de la década y nadie se lo quiere perder. Mientras, la pelotera que tiene liada el Choperón en la explanada venteña, con las oficinas de la empresa colapsadas y la centralita echando humo, copa la atención de los medios.

Normal.

Ahora bien, lo raro, lo que a mí me llama la atención es la postura de los detractores del mejor torero que yo he visto en mi vida, y los he visto todos desde Mondeño para acá. Porque, vamos a ver, ¿no es que se hablaba de un torero que es un montaje? ¿no es que lo del mesías es un cuento? ¿no estamos hartos de leer herejías sobre este hombre, no es que sus detractores se vienen riendo de él con el consiguiente silencio de sus partidarios, no es que..?

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Coherencia, un poquito de coherencia, señores y señoritas, pues he aquí mi persona, que no sirve de ejemplo para nadie ni de nada, la cual es considerada la gran detractora de José Mercé -no soporto a ese gitano cantando- y sin embargo no me entra en la cabeza que yo tenga que andar como puta por rastrojo para conseguir una entrada para uno de sus conciertos.

De locos, y no digo nada si al genio le diera por salir por la puerta grande a hombros de la afición que lo consagró y por la que es adorado, entonces algun@ no tendría más remedio que hacerse el harakiri si le queda vergüenza, antes de soportar el ridículo al que será sometido públicamente.

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Me voy de viaje, cuando regrese les contaré a ustedes con todos los detalles la trama del movidón (recuperando mi viejo estilo de 'periodismo a la plancha') que hay formado para conseguir entrar a la plaza de toros los dos días que se anuncia mi adorado torero.

Sí, porque yo adoro a José Tomás, ¿qué passsa?