viernes, 8 de febrero de 2008

Un bozal para el mayoral

Los graves problemas que acechan a la Fiesta son innumerables. Tal cantidad, que si acaso el destino no nos tiene reservada una sorpresa salvadora a favor de todos aquellos que la amamos, creo sinceramente que no sobrevirá más allá de veinticinco o treinta años.
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Tremenda responsabilidad histórica es la que tenemos en estos tiempos todos nosotros -todos- tanto los profesionales, como la afición. Pero, siendo la situación por la que atravesamos alarmante, no reside el peligro concretamente en una retahila interminable de problemas de todos los calibres y para todos los gustos. Sino que nos encontramos ante la irregularidad de que los problemas en sí forman una maraña de intereses tan fuera de control, he aquí el gran problema, que las puertas del futuno no se nos abrirán ni aunque le peguemos un hachazo a semejante nudo gordiano para intentar conseguir la liberación definitiva del toreo.
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Problemas procedentes desde todos los frentes y de toda naturaleza, aunque no nos debe asustar tanto el número en sí, como el comprobar estupefactos como un monopolio feroz de impresentables -una decena de individuos- copan absolutamente todas las funciones profesionales y son los auténticos generadores del desastre. Una ingerencia como un piano, que se puede considerar total y que viene a impidir cualquier alzamiento de un sector contra otro, con la ventilación que ello traería consigo.
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Pongo nombres al fenónemo, los Lozano, verbigracia, que sabido es que ocupan funciones encontradas pues, instalados desde hace décadas en la cúpula del toreo como apoderados por cuyos despachos han pasado la mayoría de las figuras del toreo, también ejercen como ganaderos de fama, como empresarios y, se dice, que son los propietarios de alguna rutilante cabecera de prensa. Pregunto, cuándo algún miembro de esta insaciable saga de la Sagra toledana, o de otra de similar catadura, se encuentre ante el dilema de escoger qué postura tomar ante una decisión, grave, que afecte al conjunto, ¿qué faceta prevalecerá sobre las otras, la de criadores de ganado de casta, la de representantes de la cabecera del escalafón, o más bien volcarán sus fuerza a favor de la bicoca que supone programar una feria con la categoría, pongamos, de la de San Isidro? Porque estamos hablando de los que han sido los responsables de la nave Ventas durante quince años, nave nodriza, a la que dejaron como un barco a la deriva, tras llevarse millonadas a espuertas.
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Pero lo tremendo no es comprobar cómo nos encontramos ante un material humano, el taurineo, que, aun conocedores de que su política laboral es suicida, no son capaces de rectificar su postura y sanear el toreo. Lo grave reside en que no desean rectificar, en negarse a poner los medios para siquiera intentar paliar un provenir que, auguo, se presenta negro, negrito, como el carbón. A mí estos comerciantes del cuerno me recuerdan a esos grandes maderistas a los que no les importa devastar los bosques, contal de que para cuando se acaben los árboles ellos ya habrán conseguido ser los suficientemente ricos.´
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Lo terrible es la nula voluntad de esta mediocre gente para decidirse a rectificar. El permanecer en el error como si nada, erre que erre, fuera por completo de lo que demanda la sociedad española, el negarse a reconocer en que instalados en el fraude se tiene contados los días, en querer permanecer contra viento y marea en el machito utilizando métodos propios de asaltadores de caminos.
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Que se fijen en el cine estos señores. Que aprendan cuando a finales de los años veinte Hollywood se encontró, de pronto y sin haberlo previsto, con la sorpresa de la invención del sonoro, que vino a apuntillar de un día para otro las películas mudas. Ya no valían aquellas divos de rostros maquillados con polvo de arroz que movían los labios al son de una pianola, que los tiempos demandaron de repente actores que supiera declamar frente a la cámara, físicos nuevos, nuevos repartos, y codos en los intérpretes para aprenderse de memoria diálogos y réplicas de largo metraje. Y no se ha conocido un crack semejante en la industria del ocio y, sin embargo, los reponsables de los grandes estudios, desde el productor más ansioso hasta el último técnico de luces, ¡a una!, lograron sustituir toda la anticuada maquinaria por un modelo nuevo en el escaso periodo de una década. Diez años concretamente, casi la mitad de tiempo que Enrique Ponce lleva dando el coñazo. Pues en el año 1939 se rueda "Lo que el viento se llevo", hablada la película, en color, con unos medios realmente impensables para la época, convirtiendo aquel pasatiempo del cinematógrafo en algo que hoy conocemos como el séptimo arte.
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Fin por esta noche, que mañana torea Curro Díaz en Valdemorillo y quiero estar espabilada. Un ruego por último de urgencia, que por si éramos pocos, parió la abuela: solicito un bozal para Alfonso Vázquez, inventor y mayoral de la enfundada vacada de Fuente Ymbro, y es que sería bueno que este hombre entendiera que una cosa es una idea y otra una ocurrencia.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Señora Condesa,
no estaría mal que usted,
esta noche colgara la crónica de la corrida de Valdemorillo.

CURRISTA

Anónimo dijo...

Hay muchas formas de hacer daño a la fiesta, Condesa. El que tenga estomago, que hay que tenerlo, que lea por favor la cronica dañina que ha ce Jose Antonio Del Moral a Jose Tomas tras la corrida de la Mexico.
http://www.toros.com/buscador/index.htm
Es con fecha 6 de febrero.
Es lo que digo, muchas formar de hacer daño. Este señor esconde intereses y pienso yo que no hace una cronica desde la objetividad. Si no, comprobarlo.
Un saludo.
Alvaro.

Anónimo dijo...

En caso de posturas encontradas y conociendo los precedentes, siempre optarán por aquella que mejores perspectivas económicas tenga.

Y en cuanto al tema del mayoral, aunque su madre sea una santa, un servidor cada vez que ve un reportaje de ganaderías y aparecen los pavos con los pitones enfundados, me acuerdo de ella y de toda su familia.

Un saludito Condesa

Unknown dijo...

Espinoso tema el del conflicto de intereses. Parece que ya está desterrado en cualquier sector empresarial, salvo en el taurino, que siempre está a años luz -por detrás, claro- del resto del mundo. Y, efectivamente, así nos va.

¿Crees que se solucionará?

Besos, condesa.

Anónimo dijo...

Currista, bienvenido y vuelva. Hacer la crónica de ayer de Valdemorillo (con su torero,
pienso por el nick, y uno de los míos en el cartel) era lo que había decidido servidora. Pero el hombre propone, Dios dispone y el toro descompone...

Alvaro, yo no leo a Del Moral, ya soy mayorcita y escojo, pero le doy las gracias por la información facilitada pues si alguien decide en soleada tarde de sábado visitar la mierda, ya sabe adonde dirigirse.

Tiene toda la razón, Jabonero, los taurinos sólo ven el mundo a través de su cartera. El toreo es facha, y así pasa que la Fiesta se mueve únicamente debido al engranaje del Capitalismo más feroz.

Querida Noelia: que te tengo abandonada, relativamente, pero que no pasa nada, pienso, todo llega. ¿Solución? Pues yo soy de las que pienso que el diálogo lo arregla todo. Creo en el poder absoluto de la palabra y es por eso por lo me dedico a ella. Ahora bien, cuando el diálogo ya no es posible, quebradas todas sus vías, no nos queda otro remedio que acudir de cabeza al cisma y a sus definitivas consecuencias.

Otro día traeré al blog la teoría que para salvar la Fiesta aporta Chiqui Abril, el extraordinario aficionado venteño que lanzó la Movida madrileña a través de su galería de arte, "Buades". Chiqui, toda una autoridad en el ambiente cultural capitalino, pudiera estar en lo cierto.

Un beso tomatósico, Noe, y ponte las pilas que esto se anima.

La condesa de Estraza