martes, 23 de abril de 2013

Una anécdota

Javier Castaño en la plaza de toros de Sevilla con un Miura

Cuentan que una vez se encontraron Largartijo y mi adorado Frascuelo, de viejos, y va Lagartijo ya un poco "jopeao" a altas horas de la noche, y le pregunta a Frascuelo
- Oye, Salvaó, ¿tu crees que los toros que hemos matado se acordaran de nosotros y nos lo entendrán en cuenta?
- Podría pasar
- ¿Y a Guerrita?
- A ese, no
- ¿No?
- No, porque a ese no le han visto.
Foto robada a @ValenCakeMuka

6 comentarios:

Anónimo dijo...

El torero de la foto es Javier Castaño, no Manuel Escribano

La condesa de Estraza dijo...

Eternamente agradecida, Anónimo, ahora mismo cambio el pie de la fotografía.
Le saluda,

La condesa de Estraza

el Chulo dijo...

ole condesa

besos

DANIEL LOZANO dijo...

Ja,ja,ja,ja,ja que arte.

Grandioso y rico el anecdotario taurino, incluso en ocasiones con su moraleja incluída.

Aunque no viene mucho al caso, yo siempre que se cuentan anécdotas taurinas recuerdo a dos personajes, dos genios dueños de muchas de ellas, el maestro Bojilla y don Miguel Criado "El Potra".

De este último, me contaron que a principios de los ochenta, debutaba en Pamplona un torero sudamericano llamado nada menos que Jose Nelo "Morenito de Maracay", estando en el patio de cuadrillas, antes del paseillo se le acercó el Potra y le dijo...

Oiga muchacho, ¿Usted es el Morenito ese?

Sí, soy yo

A lo que El Potra le respondió con su guasa habitual...
Joder¡¡¡ Pues como serán los negros de su pueblo.

Anónimo dijo...

Sra.Condesa, por si le interesa a Vd., la Asoc. El Toro de Madrid va a saltar por los aires.

Saludos,

SEbas

La condesa de Estraza dijo...

Sebas: no, no me interesa nada la Asociación el Toro de Madrid ni nada relacionado con ella, soy poco peñista, nada asociativa, voy suelta, pero gracias por dejar aquí su comentario pues podría ser de interés para cualquier lector.

Daniel Lozano: Vaya dos, Bojilla (Enrique) y El Potra, pero te falta Curro Fetén para completar la terna.
Yo tengo una con Bojilla, en coche por tierras de Colmenar, él conduciendo, yo en el asiento del copiloto que iba de fotógrafa adonde fuéramos pues no lo recuerdo ahora, y atrás los dos Galindo, Raúl y Fernando, más El Boni, los cuatro de críos y Bojilla ya todo un señor, que cada vez que me acuerdo me da hasta flato de la risa.