Pues Manuela que te crío, y Manuela es Manuela, al alcance de la mano siempre.
Con una advertencia, lo que ustedes están viendo es cine, se dice con el fin de que al que sea le entre en la cabeza el visionado, lo cual ni quita ni pone, pero que no se pierda nadie detalle mínimo ninguno, de la cantidad de detallistas infectos que abundan.
3 comentarios:
Que sabor mas añejo y que cara mas flamenca tiene este monstruo del baile.
Por cierto, no sé por qué, cuando escucho tocar por solea o por seguirilla, si cierro los ojos, me vienen a la retina lances de Paula...
Hola, Daniel, seguro que estás de acuerdo conmigo en que por el youtube, del que soy enemiga y uso lo justo, encuentrará mejores cosas de Manuela Carrasco que la que saco aquí, siendo yo, además, tan poco partidaria de Mercé.
Lo escogí por varias cosas, siendo yo también muy poco de 'zapateaos' y otros virtuosismos, salvo si se trata de ella y de Juan Ramírez, y no te pierdas lo que hace sobre el minuto 4.44 en adelante, y aprox. Lo escogí también por su perfil en el primer plano, por cómo va peinada y, sobre todo, por cómo va vestida para bailar por soleá -tan lejos de la velocista Sara Varas- para que le veamos esa perfección de tobillos de bailaora grande.
Ay, ¡los tobillos!, esos cabos que tanto cantan en hombres, mujeres y niños, y en animales bravos y caballería mayormente, qué lectura anatómica más buena para todos los que saben leer.
Dice una leyenda urbana, aunque yo la he oído contada por los protas, que don Domingo Dominguín, el de Quismondo, en lo primero que se fijaba de un torero para calibrarlo era en el grosor de sus piernas, mayormente en el diámetro de los tobillos, y ahí empezaba a decidir si apoderarlo o no.
La condesa de Estraza
Primer párrafo: encontrarás por "encuentrará".
La condesa de Estraza
Publicar un comentario