domingo, 5 de diciembre de 2010

La mujer del cuadro (11/14)



Como ya saben, la emisión de esta película por capítulos ha sido un recurso para no mantener parado el blog y, no obstante, los acontecimientos nos han dado la oportunidad de meter algún lanzazo intercostal, que parece ser que ha causado efecto.
Tras el puente, cuando resucite el personal y volvamos a la vida cotidiana, se retomará en este espacio la actividad normalmente y hablaremos de toros. Mientras, durante los tres cortes que quedan hasta el The End, trataremos del asunto de nuestro chulito particular que vuelve a aparecer en la cinta y que también tuvimos nosotros como en toda buena producción de cine negro, un reventante tipo que en cuanto se descuidaba una te ponía las pilas el tío mierda, un comepingas de bajo precio, un chulo de pueblo loco por pintar la mona en el Madrid torero, hoy el chulito otro más que está desaparecido de la red.
La nueva etapa del blog comenzará con una entrada dedicada a ese célebre invento gabacho ya conocido mundialmente como la Puya Marisol.

Atención: se ruega a todos aquellos interesados en la línea informativa de este espacio, que no dejen de leer la nueva entrada que un aficionado de Madrid, pintor taurino como se anuncia incluso facilitándole un teléfono a la clientela, acaba de publicar en su blog. Detenidamente, lean detenidamente y pregúntesen mirando para adentro a qué les suena el impertinente sermón, sutil en burdo, turbio, torpísimo. De nuevo un texto sin pies ni cabeza y con una osadía el escrito que comienza a irritar en serio, aviso.
¿Qué?
A 6 de diciembre de 2010, 17.00h.