Ya lo saben -y lo que no saben todavía- que ahora para salvar la plaza de Sevilla hay que tirar de José Tomás, un torero de época al que los empresarios y otros romos mandamases del toro, prensa de altura incluida y la hemeroteca pide guerra a voces, más la valiosísima colaboración de la afición íntegra, un torero de época, decía, con veinte años de alternativa y cosido a cornadas, al que hasta que los cochambosos poderes que hoy manejan la Fiesta no lo lograron marginar no pararon, pues si no lo paran aquí ahora mismo hubiera vuelto a caer el mando en manos de los matadores, que son quienes lo deben llevar para su buen funcionamiento, tal y como demuestra sin fisuras la historia escrita del toreo.
Bajada de pantalones maestrantes de los cuatro capos garbanceros del cuerno pocho ante el hombre que se juega la vida, y que a mí como mujer me ruboriza, torpes, ¿qué dirigente del mundo de la lírica hubiera pulido el filón de
María Callas?
Van a correr ríos de tinta, hasta servidora se está preparando para meter baza personal, porque la maraña es de tal calibre que ni siquiera los que la han urdido son capaces ni medianamente de desenredarla, de mediadora para apuntalar la ruina de la Maestranza va la FIT y de hombre bueno, Morante, y digo bueno porque yo creo que Morante, tras reconocerle que es un torero grandioso, es además una buena persona.
La FIT, Fusión Internacional Taurina, porque hay dos FIT, la FIT méxicana y la FIT venteña, la FIT venteña obedece al lema Fuerza Intergaláctica Taurina, cuya ideóloga se dio a entender en su momento que era servidora, con una facción al margen, la LOFIT, Lado Oscuro de la FIT venteña, comandada por el FOFO.
Continuará, vayan adelantándose a los acontecimientos, pinchen aquí, con mis deseos de un feliz fin de semana a la buena gente lectora.
Dedicado al caballero al que anoche le pegué por teléfono tres alaridos que me dejaron más a gusto que la mar océana, que te contesto por aquí, como te prometí, pues no tengo
-de momento-
otra manera de comunicar contigo. Y es que, como decía
Dalí en su Diario de un genio, "todo lo importante coincide", amigo mío.
1 comentario:
Muchas gracias, lectores, no vean lo que me tranquiliza la ausencia de comentarios de ustedes -después de salir del cine de cabeza aquí- el que no hayan metido baza sobre el particular, y eso que muchas visitas están el el ajo total por lo más completo del burdo jueguecito perpetrado por un fulano acomplejado, que se creyó algo.
Buenas nochees, señores.
La condesa de Estraza
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