domingo, 28 de noviembre de 2010

La mujer del cuadro (7y8/14)





Qué manera de trabajar el suspense don Fritz Lang, madre mía, con lo difícil que es eso en narración, con esa naturalidad, con esa humildad, con ese temple, qué barbaridad.
¿Será la mujer que aparece sin aparecer como sospechosa del crimen la propia Alice, la chica, la cómplice del profesor? ¿Qué pasará si es la misma? ¿Y si no lo es? ¿Que hubiera ocurrido si el profesor aguanta el tirón y no se va al coche arrumbado para esconder su miedo?
Pues todo hubiera sido diferente en la película en cualquiera de los supuestos posibles, como en la vida misma, ya que también en la vida se dan instantes que pueden cambiar el sino de las personas, como en el cine, si la más pequeña de las circunstancias que intervienen en un acontecimiento al destino le hubiera dado por variarla.
Que aquí y ahora me propongo currarme el suspense desde mis limitaciones aprovechando la coyuntura y la inspiración, va por delante. Porque yo viví una situación que no le tiene envidia a toda la literatura junta que hubiera cambiado mi existencia por completo y este blog, incluso, ni hubiera sido creado siquiera. Pero voy a dosificar el misterio, hombre, todavía no ha llegado el momento en el que yo cuente aquella situación con pelos y señales, que nadie conoce excepto los que intervinimos en ella, aunque hubo diversos testigos de toda clase y condición.
Se adelanta que la protagonizó la Princesa de Éboli, que es como llama el Caballero a la interfecta, como invitada especial en una escena que no iba con ella ni mucho menos pero de la que, sin embargo, se adueñó en plan loba del loberío. Hablo de la papisa del Lobby, no la Papisa Juana sino la papisa Marisa, oscuro elemento que maquina en la sombra y pulmón/pechopetral del tendido 7 de la plaza de Madrid, la machorra esposa del garañón Martín Ruiz Gárate, alias Bastonito, que contemplaba el cuadro a prudencial distancia el cachalote de Taurofilia como encantado de haberse conocido desde su enfermiza soberbia de tipo acomplejado por completo.
Nota: aunque me sé la película medio de memoria, quizás por las prisas no he visualizado bien el material y no he reparado en que al final del segundo video queda completamente claro que la mujer sospechosa del crimen no es Alice, qué tranquilidad, señoras y señores.