Bienvenido, Diógenes torero, va por usted

Negada para la informática y renegando de ella durante algún tiempo como en cualquiera es normal para todo aquello que no esté uno dotado, nunca le podré agradecer lo suficiente a Rosa Jiménez Cano el que me iniciara en los secretos de este poderosísimo medio de comunicación.
"Métete en la cabeza que un blog es un arma, y no marees más", me dijo con su conocido tono de leona de agosto, mientras nos despedíamos en la calle del Pez tras pasar juntas una noche de los más chinatawn ahora va a hacer justamente un año.
Un arma, un arma, ¡un arma!, si esto es lo que yo ando buscando desesperada para hundir taurinamente al ya célebre Pepecarlos y su no menos célebre y rastrera manera de ir por la vida. Llegué a casa, me puse a enredar con el ordenador y aquella misma madrugada nació depezonarabo.
Sin saber yo por entonces cómo iba a ser conducida por mi parte la venganza monda y lironda que me proponía llevar a cabo

-tanteando- y que le esperaba al estúpido coleta de cerebro plano. Sin declarar intenciones de entrada servidora no fuera que me las dieran todas en el mismo carrillo, calladita para empezar hasta que vi clara la ocasión y me lancé en plancha.

Ocurrió una tarde cuando en las taquillas de la plaza de Valdemorillo el señor conde y yo nos encontramos cara a cara y, oigan, me vio a un par de metros de su retaca figura, pegó un brinco como un piano y echó a correr el pobrecito despavorido para risión de medio toreo que por allí andábamos saludándonos en la primera corrida importante de la temporada.

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Tarde de Curro Díaz, un besazo desde aquí, torero de Linares, y que tenga usted mucha suerte en la campaña americana pues las plazas españolas de primera le están esperando con los brazos abiertos para una primavera 2009 de arte y compás, y torería.
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Mi debut en la corrala del bloguerio, excepto lógicamente por la entonces potente camarilla de Pepecarlos, fue bien acogido y me puse muy contenta, de momento, pues rápido los picadores de turno dedicados a triturar lomos de mujeres con la cruceta de la difamación, barrenando, se emplearon en el espinazo de la señora condesa de Estraza organizados. Sin tener en cuenta, torpes, que una es de pezuña dura y se podía emplazar solicitando, animal, lo de a mí toreros,

sin un pase, bufando,

y aquel que tenga cojones que se acerque y se arriesgue con el irracional comportamiento de una res brava mal lidiada de salida y humillada en público hasta el escándalo.
El éxito de que algunas vacas sagradas y menos sagradas la enlazaran a una sirvió de estímulo para seguir dándole al de la corona, de espinas, pues Rosa me había dicho que aquí para medio funcionar de lo que se trata es de que te enlazen y enlazar tú, función esta última que aún no he aprendido, pero estoy en ello y en breve conseguiré.
Todo bien con los colegas de la pandilla virtual de todo tipo hasta que, zas, comienzo a cantar las cuitas aristocráticas y los abuso de poder del actual presidente de la Asociación el Toro de Madrid y alguien ordena que desaparezca el correcto tratamiento a mi persona con el debido respeto que nos merecemos todos, en todo aquello que se trillara en un futuro próximo en la mamarracha taurored.

Dicho y hecho, y lo primero que hacen es suprimir ni nombre desde la columna de recomendados del púlpito de 'torear', donde estaba por derecho como tantos, sin que nadie se explique el motivo del sorprendente bandazo, mucho menos la que firma y su tranquila conciencia.
El bache pudo ser gordo pero la audiencia no se resintió -todo lo contrario- sino que progresivamente ha ido creciendo hasta la consagración en el mes de agosto con la serie acerca de Manolete, y pueden creerme si les digo que a día de hoy nuestra tertulia está entre las más visitadas, a la cabeza en número de lectores, comenten o no comenten.

Y ahora entre nosotros y aunque no lo pensaba decir de momento, son muchos los profesionales del toro usuarios que ronda por aquí, y lo demuestra por ejemplo en el post anterior Teresa Majeroni, con su comentario, ganadera de Salamanca de casa grande.
La brega a degüello
(que agradezco pues soy consciente de que cuando se tiene pegada se debe demostrar tener mandíbula)
decidieron que diera comienzo con un argumento bastardo, cuando comunican al orbe que estaba requetemalvisto que se enlazara el blog de nuestro amigo Kalikatres, pecador de la pradera propuesto para excomunión en cónclave clandestino por los alrededores venteños. Lo mejor kalikatres-claridad-kalikatres, lo más valiente y lo más periodístico para mi gusto de todo lo que se lee por aquí, basándose los Íntegros y manifestantes para legitimizar la masacre en que yo era la única que en todo el medio facilitaba la dirección de la rapaz catalana que anida en Bogotá.
Así unos meses dando el coñazo, pesaos de tíos, hasta que surge en escena la teledirigida Cherrijana anunciando en su presentación muy dicharachera que venía precisamente a por Kalikatres y a por servidora sin compasión y desde luego con muchísimo peor estilo que toda la esfervecencia suya, tonto día feliz e ignorante de lo que se cuece en la plaza de Madrid, metiéndose inconsciente donde no se debe para salir escaldado del intento poco después tras someterse a un ridículo que hará historia.
Pero el fenómeno del que hablo resultó llamativo cuando al osado vasco y a su blog de goma-2 tampoco nadie enlazó, normal, la gente huye de la pirotecnia como loca. Excepto una persona que sí le dio cuartel, la chiripitiflaútica ALMA, cándida, lo cual resultó una valiosa muestra que vino a dejar en evidencia que no todas las conductas idénticas, exactitas, para la autoridad moral de los aficionados que se autodenominan puros, son tratadas por su parte del mismo modo. Beneficio a tope para los que sabemos esperar, pues nadie de la ruta del bakalao acusó a la chiquita de 'torosyarte' de haberle dado cobertura a lo que suponía la provocación de la pocilga y sus amenaza dignas de juzgado de guardia, mientras a mí se me criminalizaba por el mismo hecho aunque realizado a una persona ajena a la ridícula pandillita y al cómico II Encuentro zaragozano, con el payaso Estradas puesto en la mesa presidencial como auténtica y propicia cabeza de turco.
De patio de colegio osea, tela que rajar y todo llega, en el fastuoso archivo de internet está la documentación intacta esperando a ser repasada. Pero aquella puesta al descubierto de la parcial y vergonzosa manera de circular de los entonces pontífices de la afición sin mácula, por ellos mismos rebelada como si todo el monte fuera orgasmo y todo se les debiera tolerar, ha permito que yo concretamente cogiera aire y serenara la preocupación que supone siempre el haber caído en las garras de un grupo de desalmados.
Así, ya en noviembre esto parece que marcha viento en popa a toda vela a no ser que se me tenga reservado otro hachazo sabe Dios procedente de que lugar, siendo para nosotros hoy un día muy especial que merece sonada celebración, ya que aquel desconocido aliado que un día encontré inesperadamente, al que le doy las gracias de corazón y felicito su santo con retraso, anuncia que anda reformando su espacio para darnos mejor servicio y más comodidades a los que le frecuentamos.
Comunica nuestro amigo que ya no ejerce de Kalikatres y sus claridades, qué maravilla de medio que permite el camuflaje a capricho, sino que se ha corporizado en un loco maravilloso que va por la vida buscando la Verdad con un farol sin tener en cuenta con arrogancia y orgullo macho la incomprensión de la plebe.

Caribeño Diógenes en la corrompida comunidad torera, voz compañera a la que también se intentó por todos los medios silenciar, víctima de una secta sin escrúpulos y con mucho que callar sin embargo, pareja la nuestra a la que se trató con inhumana crueldad incluso publicando verdaderas intimidades que están penadas por la Ley puesto que constituyen delito, y el que esté libre de pecado que tire la bíblica primera piedra.

Suerte en la nueva andadura de http://www.diogenestaurino.blogspot.com/,
querido Carlos Carbonell Vilandrich, borro su antigua dirección y con mucho gusto facilito la actual en la lista de recomendados con el bonito enunciado de El caballero negro, ¿Obama?