TVE

Por innumerables motivos que convendría ir expurgando y empezar a acusar a los autores de la fechoría con nombres y apellidos y que se coman su responsabilidad y la Historia les condene, pertenezco al grupo de aficionados taurinamente pesimistas, a tope, soy de las que piensa que o se le da un giro a esto, interno para empezar con el consiguiente exterminio humano caiga quien caiga, o esto se va al garete.

Qué hacer, ¿dejamos que la Fiesta agonice lentamente como una vieja chocha o la apuntillamos nosotros mismos desde dentro para evitar que muera decrépita y sin posibilidad ninguna de regenerarse?

Tiempos de meditación, tiempos en el que el taurineo puro y duro viene durante tres décadas puliéndose un patrimonio que nos pertenece a todos, taurinos y antitaurinos, sin que nadie les pida cuenta.

Acomplejados individuos los profesionales del toro de hoy día, gente aislada, latifundistas de zapato-vaca, de la derechona, personajes como salidos de una imagen de cuando reinaba Manolete. Antiguallas humanas torpes como cerrojos que han basado su política en eliminar de su sector el mínimo brote de rebeldía mientras creaban una lonja gobernada por pícaros acarnerados, profesionales todos ellos de segunda cada uno en su ramo, domesticados, lo peor de lo peor de cada oficio, lumpen nuevo rico que lo ha abarcado todo, ansioso, y ahora se les va de las manos el filón por falta de savia fresca con ideas nuevas.

La última no es otra que RTVE, basándose en su Manual de Estilo, ¿?, ha hecho pública una medida farisea que consiste en eliminar de la programación las retransmisiones de corridas de toros y yo me alegro mucho por muy farisea que sea la medida: a cortarles el grifo se ha dicho.

De paso, se recuerda al personal del cuerno que para la inauguración oficial del Ente, todo un hito en la memoria torera colectiva, se escogió la retransmisión de una corrida de toros desde la plaza de Carabanchel, que captó un receptor que se había instalado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Fue el 8 de agosto de 1948 y en ella hicieron el paseíllo Rafael Ortega, Gallito, Manuel Álvarez, Andaluz, y Manolo Escudero.