viernes, 14 de noviembre de 2014

Yo confieso


 

 Ante la imposibilidad de hacerlo por otro sistema, lo cual me crea una impotencia que corroe mi alma, pido perdón desde aquí a una persona a la que le falté el respeto de palabra el pasado día 12 de noviembre, miércoles, confiando en su discreción y comunicándole que estoy completamente arrepentida y que si Dios me da salud no volverá a ocurrir.
Sufro estrés, severo, confieso sin pudor ninguno y haciendo un ejercicio de sinceridad que me cuesta mucho trabajo realizar, que la cantidad de responsabilidades con las que me encuentro en este momento de mi vida me han vuelto a debilitar y mi estómago se ha cerrado y rechaza cualquier tipo de alimento sólido.
 Necesito descanso, pero ahora mismo no me puedo parar pues tengo la sensación de que si me paro yo se para el mundo. 

Gracias, Chulo, eternamente agradecida, aquí tienes como ilustración a El Timbalero, de Klee, como te prometí ayer por teléfono, y adelante que lo vas a bordar.
¿Alguien conoce algo dibujado con simpleza tan aparente pero sin embargo con tal fuerza y movimiento que pareciera que hasta se oyen los golpes pegados por el personaje en el parche del timbal a modo de la cabeza mía?
Hoy viernes les deseo a todos ustedes un feliz y sosegado fin de semana.

1 comentario:

La condesa de Estraza dijo...

Muchas gracias a las tres personas que han dejado un comentario en esta entrada preocupándose por mí y que son El Chulo, Camille y alguien que no firma, siempre en mi corazón, amigos.
Pero he decidido no publicar vuestras intervenciones, el asunto queda zanjado, haciendo saber que he pasado un fin de semana muy tranquilo, como entre algodones, muy bien rodeada, y que me enfrento con fuerzas a una semana de aúpa a la que espero cuando llegue el viernes haber tumbado con valentía de una estocada hasta la mismísima bola.

La condesa de Estraza