jueves, 22 de mayo de 2014

Matanza en Texas II

Vuelve a circular por los ventiscos pasillos de esas almenas venteñas como siempre que no hay otra cosa de la que quejarse, para que se nos note, y ya que esta feria está dejando muchos tópicos pulverizados, y más que va a dejar, esa especie que quiere hacernos creer que los toros en Madrid actualmente no se pican.
¿Que no se pican?
Pero si los matan en el caballo, los destrozan, señores ganaderos y ustedes mutis, criar un toro para eso, qué vergüenza, y ahí tienen como muestra una foto del segundo de ayer escogida a propósito porque sobre tal capa la sangre se nota más. Norma establecida tarde tras tarde a todo tipo de toros, desangrar a los animales, pararlos en el caballo, dejarlos 'baldaos' a base de asesinas hemorragias.
Y yo que pensaba tiempo atrás que desde el tendido y a la vista del público la Fiesta era prácticamente incruenta, hasta se destacaba hace años en las crónicas de los periódicos aquello de "hasta la pezuña" como cosa extraordinaria, cuando nos topamos hoy con animales como tapados por un edredón de sangre, los cuartos delanteros cubiertos por completo, los pitones teñidos de rojo, un canalillo escurriéndoles por el lomo casi hasta la penca del rabo y la badana empapada, una carnicería propia de Matanza en Texas II en las arenas de Madrid escenificada, y van y dicen ahora que los toros no se pican. 
Invito a fijarse a los aficionados novatos más curiosos, los veteranos ya sabemos de qué va la vaina, en la mancha dejada en el morrillo de los toros corridos en la plaza de Madrid en épocas pasadas y no lejanas tras pasar por los caballos, vean y comparen, y dejen de enredar.
Claro, dirá algún profesional y se aceptaría su opinión, eran otros toros.
Y ¡otros toreros!, ¿por qué han permitido los matadores de toros que se les birle también, en esa pérdida de autoridad constante y lamentable, la potestad de cambiar los toros cuando ellos consideren oportuno y como si consideran oportuno dejarlos crudos? 
Tiempos aquellos de aficionados que conocían mucho mejor que nosotros los secretos de la lidia, y advierto que soy una atenta aficionada a la suerte de varas, de las que procura fijarse hasta en la mano izquierda del picador y no me tengo por repipi, 
¿han oído hablar, en este sentido, de Julio Aparicio?

  22 de mayo, día de las puertas grande y consulten la estadística y
 comprobarán casualidad, día de Santa Rita de Casia, abogada 
de lo imposible, ¿cabe algo más imposible que ver a un tío salir por la puerta grande? Pero no le pidas nada a santa Rita, Juan Ignacio Pérez-Tabernero Sánchez, ni se te ocurra, que es 
una santa muy traicionera: santa RitaRita...
Suerte para esta tarde, ganadero, que nada me 
gustaría más que Morante saliera a hombros tras la muerte de un toro tuyo.

4 comentarios:

el Chulo dijo...

Segun dicen aqui donde la familla Tabernero es muy conocida, Juan Ignacio, ademas de ser una buena persona de exquisita cortesia esta haciendo un buen trabajo con sus toros. Suerte pues!
Totalmente de acuerdo contigo condesa sobre las picas de hoy y estos piqueros que no saben levantar el hierro, tampoco meter el hierro donde menos lesiona. Es otra verguenza, una mas, desangrar asi los toros.

Anónimo dijo...

¿Sera cuestión de percepción? aquí en Lima (como en casi toda América) impera el monopuyaso-picotazo y los toros también acaban con una sabana roja en los lomos, pero no por eso puedo afirmar que los han picado, al contrario, creo yo. Desde el otro lado del mundo, me parece que a los toros en Madrid no los están picando, si comparamos con corridas de los 90's del siglo pasado, al menos en las corridas que repite el Canal+. Saludos y felicitaciones por su buen blog, siempre lo leo pero primera vez que le escribo.

Gustavo Ortiz

La condesa de Estraza dijo...

Preferencia mañanera a usted a la hora de contestar al personal pezonero, Gustavo Ortiz, bienvenido a esta casa y siéntase como en la suya, estamos encantados de tener entre nosotros charlando de toros a un aficionado procedente del otro lado del mar.
Al grano, podría ser hasta una cuestión de percepción personal mía, como usted apunta, coincidir varias circunstancias también pudiera ocurrir pues el tema que tratamos es espinoso en cantidad, incluso podría darse el caso de estar servidora equivocada y de que le llegara erroneamente la impresión de que a los toros se les está matando en el caballo por costumbre. Equivocada, vale, pero visiones no veo, y hablo exclusivamente de lo que veo en la plaza, y a esta alturas unicamente en la plaza de Madrid, y lo que yo veo es que se está picando de una manera tan horrorosa que es imposible que un ser vivo -bravo o manso- pueda aguantar ese palizón (toros agujereados, hechos un acerico literalmente, sangrando a borbotones mientras dejan charcos en la arena) y luego contar con docena y media de arrancadas vibrantes cuando tocan al barrigazo de la muleta.
Además, estamos hablando desde dos diferentes campos visuales: yo no veo toros por televión, usted da su impresión venteña a través del Canal plus de la rien.
Lo que me choca es esa teoría, no sólo suya, que se basa en que ese manantío de sangre que observamos tarde a tarde en los lomos de los toros en la plaza de Las Ventas no tenga que ver nada como usted insinúa y "no por eso se puede afirmar que los han picado", copio de su comentario, con el alevoso modo de ejecutar la suerte de varas. Pero si es que los desangran y no hay más cáscaras, aunque también debo tener en cuenta la versión que aporta la picaresca madrileña en el sentido de la posibilidad de que le estuvieran dando algún tipo de potingue anticoagulante al ganado sabrá Dios por qué motivo, que todo es posible en "Graná".
Monopuyazo, jijí, eso era antes, ahora estamos en época de dos monopuyazos, asesinos, dos, cuando la carioca ya es ortodoxia, siempre realizada la suerte de una forma que pone los pelos de punta, siempre en contra del pobre toro, nunca a favor del animal.
Mire, Gustavo, existió una peña taurina madrileña que quiso reformar ¡la suerte de varas! ella solita cuando aquella movidilla del II Encuentro de Aficionados, que me deswebo, y resulta que saltó un aficionado, creo que compatriota suyo, recuerdo que se apellidaba algo así como Marcet, ya fallecido, que aportó un estudio extraordinario sobre el tema. A ver si acaba el maratón de la feria de San Isidro y lo rescato pues no estaría de más revisarlo en estos momentos, y debatir.
Gracias por el piropo al blog, saludos, Gustavo, cuento con usted y con sus opiniones más veces por estos andurriales, con mis disculpas por si encuentra algún gazapo ya que acostumbro a escribir siempre del tirón.

La condesa de Estraza

Anónimo dijo...

Estimada condeza, gracias por la bienvenida. Al respecto del estudio de mi compatriota he encontrado algo en google y en adelante lo revisaré. Gracias por el dato, se ve útil, hasta luego.

Gustavo