sábado, 25 de agosto de 2012

Televisión

 Ignoro si en estos momentos televisar una corrida de toros en directo por TVE, a primeros de septiembre desde Valladolid, es malo o bueno. 
Lo que sí sé es que deberá levantar ampollas, con el debate nacional por fin servido en bandeja con tarta incluida que bien puede darnos en los morros,  perteneciendo servidora al grupo de aficionados que considera que las retransmisiones de corridas de toros son siempre nocivas y está una radicalmente en su contra, por principios, y porque el toreo no es televisable.
Pero tampoco sé si el levantar ampollas, ahora, en una sociedad tan ñoña, con un debate de semejante envergadura puesto en titulares y cuando tenemos el agua al cuello, es bueno o malo, que incluso podría ser bueno por la higiene interna que acarrearía. Es por eso que no opino, ni mucho menos me defino, sobre las consecuencias que nos traerá consigo la noticia, ni voto en encuestas, ni muevo un dedo por tal causa.
Ahora bien, cochambrosa me parece la reacción de la chiripitiflaútica afición joven de hoy día, la más activa en la red, afición formada a través de la pantalla y no en el tendido como nos formamos los de mi generación y los de todas las generaciones anteriores, y salvo de la quema a los jóvenes abonados a la plaza de Madrid, nuestra única esperanza.
Lanzando aullidos el párvulo personal desde la república bananera del twitter a favor o en contra de la vuelta de la Fiesta al sofá por la cadena estatal, entendiéndose que el personal ignorante, por inmaduro, no sabe lo que dice porque no lo sabe nadie. 
Se ha echado una moneda al aire, así de simple, que está echada muy cucamente por los gobernantes en una política trufada de intereses tan disparatada en tiempos en los que lo que más nos rentaría sería el silencio mediático a esos niveles, y de desear sería así mismo esperar a que los acontecimientos nos diera la respuesta por sí solos, antes de dar caña por delante, a lo tonto, y sin ton ni son.
Me preocupa mucho la conducta de los tuiteros sobre todo en cómo se relacionan entre ellos, demencial, dan la impresión de dos ejércitos en un campo de batalla, y más me preocupa todavía el mensaje que los que van de lidercillos del invento están lanzado al enemigo, que el enemigo principal es el antitaurineo, y vamos a ver si somos capaces de lavar los trapos sucios en casa y que no se enteren de nuestra mierda hasta más allá de la Argentina. Y me preocupa más que nada en cómo la gente joven aficionada, más algún tarrilla provinciano metiendo baza con el fin de hacerse famosete, trata a los toreros de todo signo desde la selva tuitera, a los profesionales que se dejan, claro, mansos de libro.
Y, aunque la crisis de afición que padece la que firma es de aúpa, limitándome a ver toros única y exclusivamente en la plaza de Madrid y habiendo sido servidora una viajera de feria en feria durante años y años, opino sobre todo que es un error tremebundo el desmitificar ahora mismo y de la manera en que se está haciendo la figura legendaria del matador de toros, al rebajarlos prácticamente a unos monigote para que entiendan los avispados abolicionista que carecen de mérito alguno. La impresión que se da leyendo desde fuera estas opiniones, no es otra que un intento desesperado de comunicar y para hacerse el que más y el que menos el 'sabijondo', que un torero no es otra cosa que un simple carnicero, algo caníbal en cuanto nos descuidemos, cargando de razones a la cantidad de cazadores, al acecho, que tenemos apostados tras la mata con la escopeta cargada y con el fin único de aniquilar aquello que nos une, que unos amamos y otros no aman, aunque lo 
parezca.
Es necesario achantar o realzar los valores de estos hombres, que los tienen y más evidentes que los del resto de los otros hombres, para no dar munición al enemigo a disparar en nuestra contra, ahora que ya estamos al desnudo en la parrilla peligrosísima de la televisión y quién sabe si a punto de achicharrarnos.
Y lo dice alguien, yo, que considera a los toreros del siglo XXI los peores de la historia, tanto dentro como fuera de la plaza, con la excepción del que todos ustedes conocen que es mi debilidad, un tío como la copa de un pino al que el futuro pondrá en un pedestal, un tío de una pieza tanto en la arena como en la calle.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Condesa, creo que la idea de abrir la televisión a los toros puede ser beneficioso siempre y cuando los comentaristas sean gente responsable que diga la verdad de lo que está ocurriendo en el ruedo, a la vez que utilicen un tono didáctico para que, los neófitos y advenedizos a la fiesta taurina partan con una base de sólidos y verdaderos conocimientos. Justamente todo lo contrario que hace molés.

Con todo y con eso no creo que por televisar una corrida de toros en la cadena nacional vaya a resurgir una fiesta que posiblemente esté pasando por el peor momento de la historia.

Besos, Riofrío

Anónimo dijo...

Sra Condesa

ya de vuelta tras unas semanas de "descanso".

La verdad, es que viviendo por nuestra Extremadura, si no fuera por la tele...Sí creo que las transmisiones deberían ser distintas, en realización-planos y comentarios. Y quizá, más selectivas

Pero es que todas las corridas de plazas de primera deberían serlos...y no lo son.

Creo que no sería bueno no poder recrearse con la corrida de Victorino en Bilbao, por ejemplo y con lo bien que estuvo Urdiales. No creo que fuera un corridón, pero desde luego cada toro fue diferente y hubo verdadera actitud de 3 coletas... Eso, si no se ve se pierde...El tema es que hay que cambiar y quitar toda la caspa. Fuera el toro sin emoción y por lo tanto, los toreros que no quieran enfrentarse a ellos. Toros con emoción y ganadería que busquen el toro bueno-encastado-bravo que descubre al mediocre, no el hijo de puta. Puede salir uno, y no pasa nada, pero tampoco me gusta las ganaderías que buescan ese toro de tragedia.
La corroda del domingo tuvo de todo, pero Victorino no busca el toro que hiera. Eso, por mucho que crean alguno, no da nombre ni pretigio. Prestigio da un todos que humilla y tiene casta...pero que obedece y si te equivicas, los pagas...no el toro con la cara por las nubes que se tira al pecho. Que a Adolfo, Victorino, Cuadri le salen toros así...como también le salen mansos. Son accidentes...
Y el que quiera, pues adelante. Aburren ya cuvillo y todos sus seguidores...
El debut de rtve en Valladolid? Pues eso, seguro que medio toro, y será una corrida aburrida que nio hará ni un solo nuevo afionado...
Un saludo

Andrés de Cáceres

E.Pérez dijo...

Carmen, soy partidaria de retransmitir siempre que se haga con calidad. Me enganché a los toros por la tele como muchos de mi generación y posteriores, sobre todo "de provincias", como soy yo.
Ahí diferimos un pelín pero en el resto del post, lo firmo al cien por cien. Lo del respeto está llegando a límites tan preocupantes como determinada "sabihondez".
Pena que el personal no sepa -o no quiera, o no le interese- emplear la maravilla que pueden suponer las redes sociales para levantar esto.
Un besote desde Zaragoza.
Elena Pérez

La condesa de Estraza dijo...

Buenobuenobueno, una mujer por aquí, ¡y que mujer!, señores, destóquense.

Así que, aplazando para esta noche las contestaciones relacionadas con las retransmisiones de corridas de toros en directo por televisión, paso a contarles a ustedes una anécdota que tengo muy fresca relacionada con el respeto.
Hablaba yo esta mañana por teléfono con Agustín Díaz Yanes, Tano para los amigos, y, hablando de toros, dimos con el peliguado asunto del respeto, perdido, y de la jungla de Internet, mayormente la del twuiter.
A buenas horas un niñat@ se iba a dirigir a un matador de toros y vacilarlo si es preciso -de los que tratamos tanto el Tano como yo- con el desahogado desparpajo que se dirige hoy la tropa de las redes sociales a los toreros actuales, vamos, ni en sueños.
Tal día como hoy, 28 de agosto, fuimos a parar a Lupe Sino como es natural, confesándome el director de cine que su señora madre se iba a peinar a la misma peluquería a la que iba Lupe, saltando yo como un muelle:
-"Sí, a la de doña Pilar, la madre de Julio Aparicio, la abuela de Julito".
-"Exacto -tercia el Tano- a la de doña Pilar, que tenía la peluquería en la calle de Goya".
Y ahí nos hemos parado ambos y hemos concluido, eso es respeto y ese el tratamiento debido: doña Pilar.
Eso es buena educación taurina, añado ahora, manera de relacionarnos sin que excluya para nada la crítica por ácida que sea.

Milinko dijo...

Yo digo si a los toros en tv. Siempre que se seleccionen los festejos, en plazas de 1ª o importantes de 2ª. Que se le dé importancia al toro y no se televise cualquier cosa. Si no hubiera toros en tv yo no tendría una videoteca taurina con más de 400 corridas de toros, y esta tarde por ejemplo no hubiera podido volver a ver a J Tomás en 1999 con la corrida de El Puerto de San Lorenzo. Saludos

Jon dijo...

Desconectado como ando de la red y de los cuernos, las pocas vueltas que doy por twitter no logro encontrar a un joven con el que identificarme.
Tenemos o a los veintiañeros que les encanta destacar que son taurinos, del madrid, de nngg y practican golf el sabado por la tarde; o tenemos a los que bendita su ignorancia, aprenden a base de tendido cero y todos para todos.
Por eso, cierro y sigo a mis cosas.

Besos, bata

Oselito dijo...

Condesa vine a encontrarme con un recuerdo a Manuel Laureano, dejo el mío:
"Cada vez que iba a Madrid me gustaba tomar una copa en el Bar Manolete del antiguo Hotel Reina Victoria, tenía su ambiente, al menos para los que no somos de Madrid y llegamos a la capital un poco despistados. Allí se podía ver una colección de fotos del Monstruo de Córdoba, fiel cliente del hotel, hasta que llegó la hora de la reforma para transformar el establecimiento en lo que hoy es el hotel Me Madrid perdiéndole la pista a las fotos.

Años después, fui a cenar al restaurante El Burladero del Hotel Colón de Sevilla, siendo ya los dos hoteles de la misma cadena hotelera, y en la pared del fondo de la sala ví una serie de fotografías que reconocí inmediatamente, lo comenté con el maitre y le dije que me alegraba de que las fotos no se hubieran perdido aunque faltaba una, era una foto de la habitación, siempre la misma, que Manolete tenía alquilada todo el año en el Reina Victoria al pié de la cual podía leerse: “El cliente de la habitación 220”.
Aunque no le dije nada también me alegraba por otra razón y es que hace mucho leí, no recuerdo donde, que a Manolete le prohibieron la entrada en el Hotel Colón de Sevilla lo que no dejaba de ser un brindis al sol de los antiguos propietarios porque el maestro de Córdoba siempre se vestía en el Hotel Inglaterra, aunque tal vez fuera precisamente por eso. Me alegré de que finalmente Manolete “entrase” en el hotel a pesar de la antigua prohibición, como el Cid Campeador, ganando batallas después de muerto".

Saludos. Oselito.

Anónimo dijo...

Condesa vine a encontrarme con un recuerdo a Manuel Laureano, dejo el mío:
"Cada vez que iba a Madrid me gustaba tomar una copa en el Bar Manolete del antiguo Hotel Reina Victoria, tenía su ambiente, al menos para los que no somos de Madrid y llegamos a la capital un poco despistados. Allí se podía ver una colección de fotos del Monstruo de Córdoba, fiel cliente del hotel, hasta que llegó la hora de la reforma para transformar el establecimiento en lo que hoy es el hotel Me Madrid perdiéndole la pista a las fotos.

Años después, fui a cenar al restaurante El Burladero del Hotel Colón de Sevilla, siendo ya los dos hoteles de la misma cadena hotelera, y en la pared del fondo de la sala ví una serie de fotografías que reconocí inmediatamente, lo comenté con el maitre y le dije que me alegraba de que las fotos no se hubieran perdido aunque faltaba una, era una foto de la habitación, siempre la misma, que Manolete tenía alquilada todo el año en el Reina Victoria al pié de la cual podía leerse: “El cliente de la habitación 220”.
Aunque no le dije nada también me alegraba por otra razón y es que hace mucho leí, no recuerdo donde, que a Manolete le prohibieron la entrada en el Hotel Colón de Sevilla lo que no dejaba de ser un brindis al sol de los antiguos propietarios porque el maestro de Córdoba siempre se vestía en el Hotel Inglaterra, aunque tal vez fuera precisamente por eso. Me alegré de que finalmente Manolete “entrase” en el hotel a pesar de la antigua prohibición, como el Cid Campeador, ganando batallas después de muerto".

Saludos. Oselito.

La condesa de Estraza dijo...

Gracias por su visita, Oselito, fíjese si habrá sido grande Manuel Rodríguez y la estela que habrá dejado que, conociendo todo el mundo la fecha exacta de su muerte, la confunde con la fecha de la letal cogida y así estamos dos días de duelo, recordándole.
Manuel murió el 29 de agosto a las 05.05h de mañana, mientras, fuera, en Linares, diluviaba, y, para curiosos, comunico que en la misma habitación en la que agonizó el Monstruo de Córdoba, nació Curro Díaz, según me ha contado a mí el propio Curro.
Descuide, Oselito, mañana en cuanto me levante lo primero que haré será recordarle.
Ahora me dispongo a tragarme con revoltura intestinal lo del Bretón en Tele5, que pasen ustedes buenas noches y hasta mañana si Dios quiere, que seguiremos hablando de las corridas televisada justo aquí en respuesta a los intervinientes.

La condesa de Estraza