miércoles, 19 de octubre de 2011

Gracias, Ángel, gracias, Pepe

He aceptado hoy un almuerzo, tras la reunión celebrada esta mañana según me cuentan en la Unión de Ganaderos y ahora que Ángel ha adquirido parte de la ganadería del Marqués de Domecq, sin deshacerse para nada de lo que tenía de Cunhal Patricio que pasta en su magnífica finca extremeña de Los Ángeles, un fastuoso almuerzo, fas-tu-o-so, con Ángel y Pepe Teruel, el trío en soledad en uno de los salones reservados del antiguo Los Porches, del Paseo de Rosales, y
 ¡acabo de llegar!
A media tarde no se les ha ocurrido otra cosa que proponer irnos a Toledo a dar un paseo por la parte vieja de la ciudad Imperial, que diría un carroza, tras hablarles yo, de pasada, del Transparente de la catedral a la hora de los cafeses entrando los rayos anaranjados a media tarde del sol que cae para iluminar el sagrario:
inolvidable viaje.
 ¡Qué manera de hablar de toros y de la Historia del toreo! ¡Qué lujo, cuánto Madrid, cuánta plaza de Las Ventas, y Santa Ana, cuánto Rastro, cuántos Carabancheles, qué dos grandes amigos de los de verdad!
Gracias, Ángel Teruel, figura máxima del toreo cuyas reapariciones tuyas están grabadas en la memoria y en el corazón de todo chanador aficionado y que fuiste, por guapo y por torero, el ídolo de mi adolescencia. 
Y gracias a ti también muy especiales, Pepe Teruel, mi plas y el suyo, por el afecto enorme que siempre habéis mostrado hacia mi persona desde hace la tira de tiempo y por vuestro incondicional apoyo.

2 comentarios:

malagueto dijo...

Dos anécdotas malagueñas sobre los hermanos Teruel.
Se presentó Angel de novillero en Marbella y un crítico taurino de Málaga, Pacurron, lo puso verde, incluso le recomendó que se dedicara a otra cosa. Yo lo vi y me gustó sobre todo su personalidad, estaba algo verde y ya saben hasta donde llegó el torero.
Tiene una explicación: el papá de este Pacurron, tambien critico taurino, tenía su casa llena de jamones....El hijo siguió la tradición pero con una variante, comía en restaurantes que pagaban los toreros. Incluso hasta su muerte, el restaurante de Javier Conde, le enviaba la comida a su casa.
La otra anécdota es que el crítico de marras, escribió en el diario SUR, que Pepe Teruel quería que le dieran una oportunidad en la Malagueta, entonces se puso debajo de un naranjo delante de la Diputación con su hatillo y una pancarta.
Como chiste, el Pacurron escribió esto: " Pepe Teruel, que sólo conoceran en su casa, pide torear en la Malagueta. Al que apodamos el Naranjito..."

Saludos

La condesa de Estraza dijo...

Bua, Malagueto, de trincones hablamos un rato, sobre todo servidora, durante la jornada viajera. Irrepoducible aquí como usted comprenderá lo tillado, remontándonos casi al periodismo de principios del XX y saliendo a relucir verdaderos santones que se llevaban el jurdó de los toreros por la 'filosa', de verdaderos santones a los que algún incauto aficionado recién llegado todavía tiene en un altar... Pacurrón, a mi entender, fue un gacetillero de tercera división al fin y al cabo.

La condesa de Estraza