martes, 22 de junio de 2010

La carta (II)

De momento, y antes de seguir con el tema de la carta que la afición mediática madrileña le ha enviado a la presidenta de la Comunidad y con el fin de ir enredando mi persona lo más que pueda, me tiro un rentoi y reproduzco un párrafo de un artículo caótico firmado por Pepecarlos y dirigido a Vicente Zabala de la Serna, crítico taurino de ABC por entonces y actualmente de El Mundo, y se entiende por el contenido del texto que Pepecarlos se refiere a Vicente, hijo de, nieto de, ya que no da nombres:
"El primer personajillo que nos acusó fue uno que se gana la vida como periodista taurino sin saber de la misa la mitad, y que se cree que, por haber obtenido un puesto dinástico en un diario de tirada nacional (y también en una revista semanal), todos deben rendirle pleitesía, como si fuera un monarca. Pues bien, a este individuo habría que decirle que si es de verdad periodista no debe esperar a que le "soplen" las noticias y le lleguen a su redacción. Las noticias no viajan solas. Debe ser él quien acuda allí donde se producen. Esta es una norma elemental que se estudia en el "catón" del periodismo".
Aparte de la ínfima calidad literaria del escrito, cuyo estilo mínimo se le tendría que exigir a un personaje del rango de un miembro directo de la casa de Santa Cruz pues contó con todos los medios para instruirse, su cómico tonillo con ese habla medio cheli que no le corresponde y por lo tanto no sabe utilizar, su torpeza narrativa, su cobardía y falta de elegancia al no dar la identidad del periodista al que despelleja pero sin embargo dejando claro a quien se refiere, su nulo dominio de los tiempos verbales, su tartaja puntuación, su párvula redacción y su osadía al aconsejar a un reconocido profesional de la prensa madrileña desde su analfabetismo, lo que más me mola de la pieza es el entrecomillado del término catón.
¿Sabrá el pollo pera algo sobre Catón?
Ahora bien, donde ya me parto la camisa, chacho, es cuando el aristócrata autor le lanza la acusación a un currante de la letra impresa, como es Vicente Zabala, el haber obtenido un puesto dinástico en un diario de tirada nacional.
¿Y él?
¿Cómo se puede tener tan poca vergüenza?, ¿es que acoso José Carlos Fernández-Villaverde y de Silva, conde de Estradas, no le debe su posición personal, social y económica, a un valiente guerrero antepasado suyo y de eso viene zampando esta clase infecta de latifundistas que vive desde antiguo a cuerpo de rey a costa de explotar y esquilmar al pueblo nuestro?
(El párrafo que se reproduce está sacado de la página 3 del boletín de la Asociación el Toro de Madrid, número 26.
El texto va dedicado a un lector que firma Zahariche y que ha dejado un comentario en nuestra entrada anterior)

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡¡¡MADRE MIA!!!