Dedicado a Ludo

Gracias por el rato, Ludo, aquí Juan Ramírez, vamos a escuchar.
Duro ejercicio que requiere del verbo requerir, y a todo aquel que de repente no le entre en la cabeza un gitano así, que cierre los ojos si puede y que sueñe con los angelitos de la percusión macho más flamenca de Badajoz...
los tamboriles, que vienen los tamboriles.